AL-QAZERES - 81: Carla Nascimento (14), Jara Salgado (11), Verónica Sánchez (14), Ndidi Madu (17), Alejandra de la Fuente (4) --cinco inicial-- Carmen Cambero (2), Gabriela Rodríguez (3), María José Rodríguez (0), Patricia Blanco (0), Tabara Samba (10), Elena Corrales (6).

PABELLON OURENSE - 57: Begoña Pallardó (12), María Quiroga (6), Arantxa Mallou (19), Nuria Ramiro (4), Miriam Bolívar (0) --cinco inicial-- Verónica Blanco (0), María Alvarez (16).

MARCADOR POR CUARTOS: 22-13, 42-29 (descanso), 63-39 y 81-57 (final).

ARBITROS: Sánchez y Rastrollo. Sin eliminadas.

El Al-Qazeres se cogió cumplida revancha del último equipo que le derrotó en la Liga Femenina 2, el Pabellón Ourense, al que ayer apabulló (81-57), solidificando así su lucha por acabar incluso campeón de grupo.

El partido no tuvo historia y, simplemente viendo el resultado, resulta difícil explicarse cómo las chicas de Jacinto Carbajal perdieron en la prórroga en Ourense hace unos meses. Sin embargo, aquella derrota quizás hasta tuvo un efecto positivo: el equipo cacereño dio un paso adelante en concentración y exigencia y no ha tenido ningún desliz más. La de ayer fue la décima victoria consecutiva, una marca muy a tener en cuenta de cara a la fase de ascenso, en la que se trabaja intensamente para ser el anfitrión.

Las locales mostraron de nuevo una de sus mejores virtudes: reparten mucho el protagonismo y los tiros entre sus jugadoras (cinco de ellas superaron los diez puntos), lo que supone un tormento para las rivales, que no pueden doblar los marcajes.

Con un dominio bastante claro de los dos tableros, la victoria estaba bien encarrilada al descanso (42-29) y se terminó de asegurar en el tercer cuarto (63-39), lo que dio oportunidad a que jugasen más minutos de las de casa , incluyendo el debut de Patricia Blanco. Otras canteranas como Elena Corrales siguen evidenciando su progresión y ya aportan cuando el choque no está decidido aún. Buen día para presentar a las categorías inferiores.

El próximo desafío es pelear hasta la última jornada por el primer puesto, aunque para ello hay que ganar a domicilio al Ferrol el próximo sábado. No parece que haya miedo a nada en ese vestuario. Motivos hay de sobra para ser optimista, pese a su austeridad de medios.