Una mirada a Primera División y sus trocitos extremeños indica que no todo está saliendo a pedir de boca , salvo alguna excepción. Prácticamente todos los jugadores de la comunidad autónoma demandan más protagonismo en equipos que, en su mayoría, deben despegar en el nuevo 2007.

El más conocido de todos, el valencianista Fernando Morientes, tiene como mayor problema las lesiones. Su regreso al fútbol español está resultando positivo --lleva seis tantos en la Liga--, pero ha tenido que parar varias veces por problemas físicos. Otro cazagoles como Perera (Celta) sólo ha marcado uno, reducido a papel de revulsivo (193 minutos en 11 partidos incompletos). Tampoco David Generelo está teniendo la cesión soñada en el Nástic, que es el colista.

Sí es titular David Cortés en el Getafe, lo mismo que Edu Moya en el Recreativo de Huelva. Ambos han superado ya los mil minutos sobre el campo y están en equipos que están muy bien situados.

Sin embargo, un histórico como Ito apenas ha jugado en el Espanyol, en el que como momento positivo debutó el joven pacense Julián López de Lerma. Otros como Iván Cuéllar (Atlético de Madrid) no han tenido la misma suerte.