Se le ha hecho "muy larga" la semana al Sporting Villanueva, según reconoce su entrenador, Angel Alcázar, esperando el partido de esta tarde ante el Alhaurín (19.00 horas, Canal Extremadura), con una sensación rara en el ambiente, pues el 0-2 de la ida es un resultado fantástico, pero no puede permitir relajaciones ya que enfrente hay un gran equipo que sueña con marcar pronto y poner nerviosos a los locales.

A este ambiente hay que sumarle las informaciones que han salido durante la semana sobre un posible cambio en la directiva del club e incluso, que algunos equipos ven en la plantilla verdiblanca posibles refuerzos para la próxima campaña. El propio técnico villafresnense reconocía en Canal Extremadura Radio que sabía que "a muchos de mis jugadores los han llamado, pero ellos están mentalizados y todo lo van a aparcar cuando llegue la hora del partido y después se tomarán las decisiones que se tengan que tomar".

En definitiva, parece que la semana no ha sido todo lo tranquila que debiera, aunque el entrenador verdiblanco recalque que "solo pensamos en el Alhaurín. Se ha concienciado la gente para quitarnos los malos rumores que han salido esta semana y que han podido enturbiar el ambiente".

Tirando de estadística, cabe decir que los números son muy favorables a los locales, ya que ningún equipo ha conseguido marcarle esta temporada tres goles en casa a los de Alcázar. Además, cualquiera de las derrotas cosechadas tanto en liga como en la eliminatoria anterior también les daría el ascenso a Segunda División B a los extremeños.

Para que el equipo malagueño sea quien celebre el ascenso necesita tres goles para eliminar a los villafresnenses. Si los de Angel Alcázar marcaran al menos un tanto, los andaluces seguirían necesitando hacer tres, pero ya se evitaría la prórroga.

En lo meramente deportivo, la mayor preocupación del entrenador sportinguista obedece al capítulo psicológico, es decir "que el equipo no salga relajado, que no piense en otra cosa que no sea el partido y creo que si el equipo se comporta como lo ha hecho durante gran parte de la temporada en casa, seguiremos adelante". En el capítulo de bajas, éstas son las mismas que en el partido de ida, es decir, Juan Germán y José Carlos.

Enfrente, el Alhaurín de la Torre, que ha pernoctado en Jerez de los Caballeros, llega con ilusiones renovadas o por lo menos eso es lo que destila la afición alhaurina, que ha salido esta misma mañana en autobús desde la ciudad malagueña hasta Villanueva del Fresno, olvidándose de sus ferias y fiestas locales y con el lema "yo estuve en Villanueva".

ESPERANZA Incluso en los medios locales apuntan que "los pupilos de Jorge Muñoz tienen claro que es posible remontar el resultado y que todo el planteamiento del rival cambiará si logran marcar un gol con tiempo suficiente para seguir buscando el segundo, lo que supondría igualar la eliminatoria y llegar a prórroga o penaltis". En este sentido, tal y como se apuntaba anteriormente, es muy importante para los de Alcázar marcar en los 90 minutos de partido para evitar la prórroga. De esta forma los malagueños tendrían 90 minutos para marcar tres goles y no 120. Ni que decir tiene que la película del partido ideal para los extremeños es conseguir aguantar los máximos minutos posibles sin encajar un gol para evitar la desconfianza propia y crear la desesperación del contrario.

Por supuesto, tal y como ha ocurrido a lo largo de toda la campaña, la afición villafresnense no va a fallar y va a conceder el lleno más importante de la temporada esperando el deseado ascenso a la categoría de bronce del fútbol español. La fiesta está ya servida.