Tras pasar un año en blanco, sin fútbol ni emociones fuertes, Diego Capel aterrizó este verano en Almendralejo con el objetivo de volver a reencontrarse como futbolista profesional. Las lesiones musculares, de momento, le han impedido rendir al nivel esperado, pero el almeriense no desiste en su intento de demostrar que todavía sigue siendo útil en la materia. Su vuelta a los terrenos de juego hace dos semanas ha coincidido con el buen momento del Extremadura y la llegada de Rodri al banquillo.

El técnico le ha dado minutos en la segunda parte y Capel le ha devuelto la confianza aportándole garra, velocidad, trabajo y mucha humildad. En este apartado, Capel, no cuenta con ningún reproche. Desde que se enfundó la camisola azulgrana ha sido uno más. Ha aparcado sus días de gloria y ha tratado de desarrollarse desde abajo, empezando de nuevo.

Ayer, en sala de prensa, confesaba que se siente feliz con su equipo: «he estado en grandes vestuarios, pero hacía tiempo que no me encontraba en uno con gente tan sana, humilde y tan unida. Es un placer disfrutar y entrenar con este grupo de compañeros a los que ya considero amigos. Estoy muy orgulloso de formar parte de este grupo». Su reflexión descubre uno de los secretos de este nuevo Extremadura: la humildad que se respira en su vestuario.

Diego Capel regresará mañana a su tierra natal para enfrentarse al Almería, un equipo que desechó su fichaje en verano. «Es un partido especial. No juego allí desde mi etapa en Primera División con el Sevilla. Tendré a muchos amigos y familiares cerca y claro, será muy emotivo», dice.

RECUPERANDO EL NIVEL / El extremo andaluz reconoce que llega en un buen momento. «Estoy recuperando mi forma y mi nivel», comenta, a la par que asegura que será «muy difícil» ganar en Almería, ya que “es un equipo que está haciendo las cosas muy bien. Ha ganado a equipos complicados en casa como Las Palmas y, aunque ahora su dinámica no es tan buena, en casa es difícil ganarles», apunta.

Capel también coincide en la mejoría del equipo con la llegada de Rodri. Confiesa que «ha habido momentos que se nos han ido los encuentros por falta de concentración y esa pizca de suerte que ahora tenemos de cara. Tenemos que seguir unidos como grupo y seguiremos disfrutando de buenos momentos».

«UN PARTIDO LARGO» / Mientras tanto, en el Almería no se fían ni un ápice. Su entrenador, Fran Fernández, aventuró ayer que será «un partido muy largo» ante un Extremadura que considera «un rival muy directo» en el objetivo de distanciarse de la zona de descenso.

«A todos nos gustaría ponernos en el minuto 10 ganado 3-0, pero va a ser casi imposible. Va a ser un partido muy igualado ante un rival muy directo y tenemos que ser conscientes todos de la importancia que tiene el partido», señaló. E insistió en que el encuentro es «vital» y que va «a marcar el resto de jornadas que quedan en la primera vuelta», por lo que aseguró que deben «afrontarlo con esa importancia».

«Puede ser un partido largo como lo pudo ser el del Sporting o el del Zaragoza», recordó el preparador del conjunto andaluz.

Del rival destacó que «es el equipo más goleador fuera de casa, también es verdad que sobre todo lo han logrado en dos o tres partidos», y subrayó que deben «dedicarle muchísima atención al rival, pero sobre todo» al juego del Almería. «El Extremadura defiende muy en bloque, cuando defiende en línea retrasada sabe juntarse, defiende muy bien por dentro sobre todo y sale muy rápido al contraataque. Eso sí tenemos que incidir mucho en las vigilancias ofensivas nuestras para que no nos cojan al contraataque», relató.