Ha sido, durante más de 20 años, un referente en el triatlón extremeño. Diego Paredes (Coria, 27 de abril de 1978) ha dado un giro a su vida. Junto con su mujer, María José Martín, se ha embarcado en una particular aventura, arriesgada pero apasionante, para vivir en EEUU.

Él mismo lo cuenta. «Mi mujer es maestra de Primaria con plaza fija hace 8 años en Extremadura, con destino en Almaraz y decidimos hace ya dos años optar a una de las plazas de profesores visitantes en el extranjero. Tras un proceso largo, con bastante papeleo y burocracia, al final se le concedió la plaza en el Bonne Elementary School, en Tyler (Texas)».

Desde julio, su mujer reside en su destino. El triatleta ha tenido que esperar un poco más, y hasta el pasado mes de octubre no pudo marcharse. «Yo tenía que operarme de una hernia inginal, así que me quedé en verano para hacer las últimas carreras en España, aunque sin poderlo hacer a pie por la hernia, sí natación y bici», relata.

La pareja está feliz con la experiencia. «Me gusta mucho el sitio, es muy verde, todo es muy grande, pero va a ser una experiencia enriquecedora. Yo estaba trabajando en la Mancomunidad Comarca de Trujillo como dinamizador deportivo y lo he dejado, aun teniendo la posibilidad de pedir una excedencia, pero quería ser sincero conmigo mismo. Era un buen trabajo, pero no quería mirar atrás, sino empezar desde cero y construir un nuevo futuro, mejorando el idiona y estableciendo nuevas relaciones aquí para, en un futuro a medio plazo, hacer una empresa de entrenamiento perosnal para trabajar aquí y en otros países de modo on-line y presencial».

Su sueño, cuenta, «sería tener un grupo de trabajo de 4 o 5 triatletas de larga distancia y 15-20 modo on-line y poder vivir de ello sin demasiados lujos, pero sí viajando alrededor del mundo a través del deporte».

«Hemos tratado de adaptarnos desde el principio, normalmente nos levantamos mucho más temprano que en España, algunos días antes de las cinco de la mañana, pero también nos vamos a dormir mucho antes, algunos días a las ocho de la tarde», detalla, para después revelar que «seguimos sin tener televisión en casa, siendo un libro o una conversación nuestro modo de pasar el poco tiempo que estamos en casa. Yo leo libros en inglés, relaciones con el entrenamiento y deportes para poco a poco ir ganando vocabulario. Además, vamos a a nadar con amigos de aquí, para poder escuchar, hablar y mejorar el idioma».

Cambio radical

La idea del cauriense es, según dice, «buscar un trabajo a media jornada para poder hablar esas horas inglés y mejorar cada día, y tener algunos ingresos, ya que ahora mismo estoy en el paro. Mi mujer trabaja de 7.30 a 16.00 horas, pero normalmente está de 7 a 17.00, teniendo media hora para comer. Esto es diferente a España, trabajando más horas, pero a nivel laboral le está compensando, ya que está aprendiendo muchas cosas cada día».

Todo ello ha tenido, evidentemente, su componente duro. «En líneas generales», cuenta el triatleta, «estamos muy contentos con el cambio, pero mentiría si dijera que es fácil, ya que dejamos muchas comodidades atrás, además de familia y amigos, pero tenemos claro que a medio y largo plazo ganraremos mucho en experiencia, momentos, amigos y a nivel laboral es una oportunidad única».

«Dos semanas ya en Tyler, parece mentira. Cómo pasa el tiempo y cuántas cosas hemos vivido. El balance es claramente positivo, pero que nadie se lleve a engaño, no fue fácil alejarme/nos de la zona de conmfort, en mi caso he dejado un trabajo que a priori seguirá por mucho años en Extremadura, he arriesgado sin mirar atrás. Gracias Ryan, Mike, Rebecca, Najeli, Mat, Cesar, Germán, Megan, Carolina… y por supuesto a los españoles que viven aquí», escribe Paredes en su Twitter.