Si ganamos el tercer partido, entraremos en una eliminatoria nueva. Y tendremos más posibilidades de ganarla ahora". El cuento de la lechera del Cáceres en su playoff de semifinales ante el River Andorra pasa, según Carlos Frade, por anotar hoy el 2-1 y empezar a jugar con los nervios de su oponente, que afrontaría con mucha menos tranquilidad el cuarto encuentro del domingo. Pero antes hay que jugar y llevarse el tercer capítulo, que será a partir de las 20.30 horas en el Multiusos.

El entrenador del conjunto extremeño mostró ayer una pizca de optimismo dentro de un clima algo frío por la doble derrota del fin de semana en el Principado. Es difícil, pero no imposible, noquear tres veces en cinco días al subcampeón de la liga regular y máximo favorito para acompañar al Ford Burgos en el ascenso. Todo pasa, es obvio, por dar hoy el primer golpe. Después, según la teoría fradística , será una eliminatoria diferente, con otros códigos, quizás recordando la dosis de épica que tuvo eliminar al Breogán a domicilio contra casi todos los pronósticos.

"Hemos recuperado las piernas, la energía, aunque hay problemillas que arrastran algunas jugadores que son lógicos a estas alturas de temporada. Si estamos cansados va a ser muy difícil porque tomaremos peores decisiones", indicó el técnico, que aseguró que tampoco beneficia a los suyos la ausencia del base titular andorrano, Dani Pérez. "Van a aparecer otros que van a querer ocupar ese hueco, y eso les hará más peligrosos. Además, es una desgracia para el chico", explicó.

En los locales no entrenó ayer Josh Duinker, con un infección estomacal, pero se espera contar con él. Antonio Peña dice estar recuperado de los problemas musculares que parecieron lastrarle en Andorra.

PASO A PASO Tampoco se esperaba lo contrario, pero Frade exigió mirar únicamente a lo que pueda pasar hoy, no especular con el domingo --en caso de victoria-- y mucho menos con un hipotético quinto choque de nuevo en Andorra. Sí proclamó que "lucharemos para que los haya". Y dejó una perla sobre lo que se ha conseguido ya: "Estamos encantados de llegar al tercer partido de la semifinal, aunque el resultado es el que es. Si nos dicen que vamos a estar aquí al principio de la temporada, no nos lo creemos".

Evitó además referirse a los posibles puntos débiles del River Andorra ("han sido un equipazo todo el año, muy sólido, muy redondo") y destacó que un calendario tan apretado "es más extenuante todavía para el equipo que no tiene el factor campo, pero ellos se lo han ganado".

Ese factor físico se presenta clave ante un rival que busca el choque y explora muy bien los contactos que permite el arbitraje. Frade reiteró que "si recuperamos las piernas, tenemos opciones de hacer algo" y enfatizó que hay que evitar "canastas fáciles, como las que recibimos en el segundo partido".

Sus últimas palabras sonaron a arenga y a invitación al público que está todavía dudoso si comprar la entrada y también el abono para los dos encuentros y con el que solamente se ahorra dinero en caso de triunfo hoy: "El Cáceres ha demostrado durante todo el año que le gusta el basket, que tiene intención de crecer, de ser inconformista. Ese espíritu es el que nos tiene que seguir guiando".

¿DESPEDIDAS? Nadie en el club quiere hablar de que el de hoy pueda ser el último choque de la temporada, pero es una posibilidad. Si se pierde, el sexto puesto de la pasada campaña quedará igualado, Pedro Robles clausurará su carrera deportiva y varios jugadores del Cáceres también se despedirán de la hinchada, aunque la intención es que la mayor parte de la plantilla renueve contrato. Los únicos que lo tienen suscrito para la próxima campaña son el propio Frade y el escolta Alex López. La incorporación de Igor Ibaka empieza a darse por hecha.