El Diocesano recibe hoy al Valladolid (16.00 horas, campos Manuel Sánchez Delgado) con la ambición de seguir creciendo como equipo y como club en una División de Honor juvenil en la que sigue haciendo historia para el fútbol extremeño.
En una temporada en la que sigue yendo de menos a más y en el que hubo alguna duda en el tramo inicial, los colegiales quieren alcanzar algo más que su octavo puesto actual (33 puntos) y para ello esperan lograr el triunfo en una jornada en la que el otro equipo regional, el Almendralejo, juega mañana ante el Leganés (12.30 horas) con más urgencias que los cacereños.
Los pucelanos están quintos, cuatro puntos por encima de los cacereños. El reto sigue vigente para el grupo de Adolfo Senso, anclados en el colectivo pero siempre dependientes de la productividad goleadora de Pablo Margallo, el futbolista que sigue maravillando con su talento y efectividad de cara al marco contrario.
CLIMA ADVERSO / Lo peor puede ser, sin duda, el tiempo. Las previsiones hacen que el campo principal del Manuel Sánchez presente un mal estado, como ocurrirá en otros encuentros en el mismo escenario y en la mayoría de la región. Ayer fueron suspendidos diferentes choques de las categorías inferiores y las competiciones de base del fútbol cacereño.
El Dioce, en cualquier caso, está ya alejado definitivamente de los puestos comprometidos y encara este choque con absoluta tranquilidad, sin presión añadida. La permanencia está ya virtualmente lograda, y ello era la primera meta para esta campaña, la séptima en la superélite juvenil. Pese al deficiente inicio, ahora el cuadro rojillo está en una zona no solamente tranquila, sino que puede incluso a aspirar al quinto puesto de la tabla.
La dinámica contraria la ha seguido el Almendralejo, que está ahora muy enfrascado en la tremenda lucha por huir de la zona peligrosa. Como recién ascendido, no hay que desdeñar ni mucho menos su buena trayectoria, aunque en las primeras jornadas sorprendieran a todos situándose en los primeros puestos de la tabla clasificatoria.
