España certificó su pase a la final de la Copa Davis a la primera oportunidad. Tommy Robredo y Feliciano López no dejaron escapar su ocasión de ser también protagonistas del triunfo ante Israel y se apuntaron el tercer y definitivo punto de las semifinales al vencer a la pareja formada por Andy Ram y Jonathan Erlich por 7-6 (8-6), 6-7 (7-9), 6-4 y 6-2.

España se ganó el derecho a defender el título de campeón que conquistó por tercera vez en su historia el año pasado en Argentina, y con el regalo añadido de jugarla en casa ante la República Checa, que ayer remató también a Croacia con el triunfo de Radek Stepanek y Tomas Berdych en el doble contra Marin Cilic y Lovro Zopko por 6-1, 6-3 y 6-4.

Mientras Robredo y Feliciano López luchaban por el último punto ayer en la pista central montada en La Torre Golf de Torre Pacheco (Murcia), en la tribuna del palco de autoridades hacía ya horas que se había iniciado la carrera por acoger la sede de la final del 3 al 5 de diciembre próximos. Barcelona con el Palau Sant Jordi (17.500 espectadores), Madrid con la Caja Mágica (12.000) y Málaga con el pabellón Martín Carpena (14.000) han sido las primeras en postular su candidatura para organizar la final, aunque seguramente se añadirán más.

Francesc Orriols, presidente de la federación catalana de tenis, aseguraba ayer: "Tenemos el proyecto preparado para que la final se dispute en Barcelona". El canon inicial de salida es de un millón de euros.

La opinión de los jugadores será una pieza clave en esta carrera por la designación, cuyo plazo máximo para darse a conocer será el 28 de septiembre. Ayer los jugadores evitaron hablar públicamente de sus preferencias. "Ahora es momento de celebrar la victoria contra Israel, ya habrá tiempo de pensar en la sede. La gente sabe que la mayoría de jugadores preferimos jugar al nivel del mar por cuestiones técnicas", decía Albert Costa, capitán del equipo, consciente de la patata caliente que les puede caer.

La decisión de jugar las semifinales del año pasado contra EEUU en Las Ventas de Madrid, a 600 metros de altura sobre el nivel del mar, acabó costándole el cargo al anterior presidente, Pedro Muñoz, que se enfrentó a los jugadores. El nuevo dirigente, José Luis Escañuela, no quiere en ningún tipo de enfrentamiento. "Cada uno de nosotros quiere su casa: Rafa en Mallorca, David y Juan Carlos la suya, Fernando y yo en la nuestra. Tampoco creo que jugar en altura sea decisivo mientras nos preparemos en condiciones", apuntó Feli