PLASENCIA: Kerry Blackshear (11), Barceló (13), Edward Santana (10), Fran Robles (12) y Dominick Martín (12) --cinco inicial-- Adolfo Santos (1), Nacho Fort (2), Miguel Angel Conejero (2) y Kris Clarkson (4)

OURENSE: Griffin (16), Zamora (5), Ibeas (9), Sony Vázquez (3) y De la Casa (2) -cinco inicial-- Vila (0), Moore (17), Axtón (7) y Alex Ros (4).

MARCADOR POR CUARTOS: 21-14, 33-28 (descanso), 53-46 y 67-63 (final).

ARBITROS: J.M. Redondo y J.M. Alcántara. Eliminaron a Alex Ros (min.40).

INCIDENCIAS: Minuto de silencio por Hilario Chamorro, exdirectivo del Club.

El Plasencia ganó con relativa facilidad a un Ourense que notó en demasía las bajas de Esmorís y Chus Pineda y aunque los gallegos tuvieron ocasión de colocarse a dos puntos a falta de poco más de un minuto nunca pareció peligrar la victoria.

Un parcial de 9-0 al comienzo dejó muy a las claras qué quinteto saltó más despierto a la cancha. Al final pudo jugar Barceló y fue él quién inauguró el electrónico con un triple, pero el poderío de Griffin bajo tableros impidió que los locales colocaran tierra por medio, se llegó al final del primer cuarto con ventaja (21-14).

Los de Dani García se colocaron a un solo punto (27-26) merced a la gran dirección de juego de Moore, al que un Adolfo Santos un tanto despistado no pudo parar. Santana se marchó al banco antes del descanso con tres faltas y Clarkson pudo demostrar entonces que defiende mucho mejor que anota. Al descanso se llegó con 33-28 con un preocupante desacierto local en el tiro libre ya que tan sólo anotó 5 de 14 intentos.

TRAS EL DESCANSO En el tercer cuarto y bajo la tutela de un espléndido Robles, el Plasencia conseguiría su mayor renta (46-33) coincidiendo esta racha cuando Barceló sacó su fúsil y Martín ensombreció a Griffin. Ibeás con tres triples seguidos acercó a los gallegos al 53-46 con el que acabó el tercer cuarto.

En el último tramo volverían a verse las carencias de dirección en los de Ñete cuando no es Robles el elegido y de nuevo la rapidez de Moore puso en apuros a la defensa, dos pérdidas seguidas de Griffin impidieron la reacción y los minutos finales sirvieron para contemporizar el balón y conseguir ganar a un rival que volverá dentro de un mes, esta vez con puntos en juego.