En rigor, lo que juega esta noche el Cáceres Patrimonio de la Humanidad ante el Palma Air Europa es una 'semifinal': si no la supera, no podrá acceder a la 'final' de dentro de una semana en la pista del San Pablo Burgos y tendrá que despedirse de su afición hasta dentro de unos meses. El equipo de Ñete Bohigas encara en 80 minutos el destino de la temporada regular, aunque para que los segundos 40 tengan sentido, debe ganar hoy indefectiblemente. No hay otras cuentas a partir de las 21.00 horas en el Multiusos para seguir aspirando a estar en los playoffs de la LEB Oro. Y después habrá qué mirar que han hecho el Barcelona B contra el Breogán y el Ourense en Palencia, donde los locales lograrían la plaza de ascenso en caso de ganar.

Los verdinegros se manejan entre las ganas de subir la nota de aprobado que ya se han asegurado esta campaña y el cansancio y el desgaste por los numerosos problemas que han sufrido, sobre todo en la segunda vuelta.

Afronta este momento supremo además frente a un oponente directo como el Palma, llamado en verano a luchar por el ascenso por su poderosa plantilla y que ahora, con el mismo balance que el Cáceres, pelea por meterse en las eliminatorias. Pocos dudan de que se trata de un año decepcionante, por ahora, para el proyecto balear, que presumía de tener a varios de los jugadores más determinantes de la LEB Oro de los últimos años, como Ricardo Guillén, Mikel Uriz y Miquel Feliu, además de otros valores emergentes como Javier Lucas y Edu Durán.

LA MUELA DE SERRANO Para ir culminando el mal fario de la temporada, esta semana el Cáceres ha adorando su colección de desgracias con la extracción de una muela de Víctor Serrano, que se ha perdido varios entrenamientos por esta causa.

Sin embargo, por lo demás los suyos han trabajado bien, destacó ayer Bohigas, deseoso de hacer un llamamiento a la afición antes de que se apagasen las grabadoras. "Tenemos muchas ganas de darles una satisfacción a nuestros seguidores, que esta temporada nos han hecho sentirnos especialmente arropados. Ojalá no sea el último partido aquí porque nos clasifiquemos los playoffs . Quiero que estemos más unidos que nunca", comentó el entrenador.

Por descontado, habló de un partido "muy duro", enumerando las virtudes del Palma. "Era uno de los equipos llamados a subir, con una de las mejores plantillas de la liga. La temporada no ha ido como la tenían planificada, pero todavía pueden meterse en los playoffs si ganan aquí y llegar lejos en ellos", dijo. Su trabajo estos últimos días parece haberse centrado en parar el juego ofensivo que genera Guillén y en refrendar una de las pocas estadísticas en la que el Cáceres es superior: el dominio del rebote.

En su opinión, los suyos tienen ganas de seguir luchando. "Espero que hayamos aprendido de los errores que cometimos ante el Breogán --derrota por 77-56--; estamos cansados, superando psicológicamente muchos baches, pero veo a la gente con la ambición suficiente. Otra cosa es cómo nos salgan las cosas. Estar en los playoffs es un premio que nos merecemos".