El director general del Cacereño, Luis Jaime Puebla (Toledo, 20 de octubre de 1963), ha sido siempre reacio a conceder entrevistas no estrictamente deportivas durante los dos años que lleva en Cáceres. En el remodelado bar Vettonia, de su amigo Fidel Amado, donde se cuecen muchas cosas del CPC, responde a las preguntas de este diario por primera vez.

--Lleva dos años en Cáceres y en el Cacereño. ¿Qué balance hace?

--Pues más bien positivo. Se ha ido estructurando el club y el equipo de menos a más. Está todo equilibrado y regularizado. Ahora es cuando hay que comerse la miel de estos dos últimos años.

--¿Qué ha sido lo mejor y qué lo peor en este tiempo?

--Lo mejor ha sido el trato que me ha dispensado la ciudad de Cáceres, tanto de ciudadanos como de aficionados. He encontrado amigos que merecen la pena. El proyecto de Álvaro López iba bastante bien, pero ha sido conocer a Carlos Ordóñez y saber que es la persona idónea para ser el jefe de la nave. Lo principal que necesitaba al Cacereño era un presidente de Cáceres y ahora ya lo tiene. Faltaba una persona que estuviera en el día a día del club y ahí está Carlos, que va a ser el hombre fuerte en los próximos 10 años en el club. Lo peor ha sido la situación en la que me encontré al club, cuando estaba al borde de desaparecer. No es momento de criticar a nadie, y Antonio Martínez Doblas sé que ha hecho mucho. Yo, aunque no he estado con él, se lo agradezco. También lo peor era cómo estaba estructurado el club, que no tenía estructura ni de Regional, muchas deudas y sobre todo que no había ilusión. Se dice que yo vendo humo. Eso no es verdad. Yo vendo alegría, optimismo y seguridad.

--Financieramente, ¿está de verdad el Cacereño mejor que hace dos años?

--El Cacereño, a día de hoy, ha podido quitar sobre el 80 por ciento de la deuda que tenía. El club debía mucho dinero a Hacienda y Seguridad Social y eso se ha liquidado. El club debía también a proveedores y a jugadores anteriores… ahora puedo decir que el Cacereño no está totalmente saneado, pero sí controlado. Y eso, para mí, es estar saneado.

--¿Qué augura para este año?

--Lo principal, un proyecto con equilibrio, tanto deportivo como insistitucional. También financiero. Creo que este año lo vamos a conseguir. Lo principal es tener una masa. Para hacer un buen proyecto los mejores fichajes son mantener una buena base.

--¿Se arrepiente de algo en concreto de todo este tiempo?

-Sí. Todos nos equivocamos. Yo de no haber mantenido el grupo que inició la temporada anterior con el cuerpo técnico (con José María Rebollo y Aitor Bidaurrázaga al frente); quizá yo no tenía tanto poder en ese momento como ahora. Fue uno de los errores y lo asumo. El culpable no es el cuerpo técnico; el culpable soy yo.

--¿Cuántas veces ha pensado en marcharse, realmente?

--Bastantes. Hubo el año pasado una situación muy complicada con el tema de los jugadores, que estuve a punto de irme. El grupo fuerte de la plantilla me llamó y terminé por quedarme. Lo tengo muy claro: he recibido ofertas para marcharme, y no ni una ni dos, sino más de cinco, pero yo en el mundo del fútbol ya lo he hecho todo. Para mí lo más importante es mi familia y el Cacereño, al que he cogido un cariño especial. Hasta que no consiga el objetivo por el que estoy aquí… tienen que suceder cosas muy raras para irme. Además, a la gente que he elegido para llevar esta nave y estar en el club no la puedo dejar colgada. Yo por encima de todo soy persona y buen amigo de mis amigos.

--Ha hecho las última tres plantillas del Cacereño. ¿Puede decir que el de la de este año es la mejor, a falta de un jugador?

--La temporada pasada el Cacereño tenía una gran plantilla, pero el fútbol es así y a veces no salen bien las cosas, pero creo que este año el Cacereño va a tener una de las mejores plantillas de todos los grupos de Tercera.

--¿Eso es lo que va a intentar vender este año?

--No. No se trata de vender. Entiendo al aficionado de Cáceres, que haya estado desilusionado en años anteriores, pero ésta va a ser una temporada bonita y este año va a ser el del Cacereño. ¿La cifra de abonados? El año pasado rondamos los 900, en éste yo creo que podemos llegar entre los 1.400 y 1.500. La gente está respondiendo bastante bien. Se están acercando al club socios que eran de hace cuatro-cinco años para sacarse el abono tras varias temporadas sin él.

--¿Qué futuro tiene este club?

--Hay que arreglar cosas importantes, como es el tema del estadio, que se come el 40 por ciento de lo que cuesta el Cacereño cada año. Ahora se están haciendo las cosas bien. El presidente está haciendo una labor en las instalaciones tremenda. Le veo un futuro bueno porque se han hecho las cosas tranquilitas, despacio, con los pies . Vamos a conseguir en lo deportivo lo que he dicho desde el principio: si no he conseguido en cuatro-cinco años en la Liga de Fútbol Profesional será un fracaso, pero creo que lo vamos a lograr. Mucha gente dirá que es una locura. Este año tenemos que ascender y luego dos-tres-cuatro añitos para mantenernos y luego dar la sorpresa y coger el caramelito de la LFP. Está claro que no se necesita solo a un presidente como Carlos Ordóñez o un director general como Luis Puebla: ahí hace falta la masa social.