Terminar la primera vuelta de tu competición sin ganar ningún partido hace que te hagas dos preguntas básicas, por encima de otras. ¿Qué nos ha pasado, para no haber conseguido la victoria todavía? ¿Cómo revertir la situación y alcanzar el objetivo de la permanencia?

Para responder a la primera pregunta explicaré variables que, a mi modo de ver, han incidido para que ocupemos la última posición de la tabla de Superliga de voleibol.

De una parte, la recuperación económica de los equipos de las grandes ciudades ha hecho que tengan mejores fichajes, jugadoras de más calidad, equipos más completos y que tengamos una Superliga más profesional. Con un nivel en el que cualquiera puede ganar a otro equipo situado por encima en la tabla clasificatoria. Por nuestra parte seguimos con nuestro modelo humilde de jugadoras de casa que estudian o trabajan apoyadas por profesionales que mejoran el nivel del equipo y un presupuesto mínimo para la categoría pero digno para nuestro modelo del club y equipo.

Por otra, la construcción tardía de nuestra plantilla lastró su composición (debimos esperar a la admisión en Superliga cuando otros equipos ya están construidos, adelantándosenos a posibles buenos fichajes nacionales), reduciendo nuestra capacidad de fichar bueno, bonito y barato. Hemos construido una plantilla con muchos cambios y para nuestra desgracia, algunos llegaron muy tarde, debido a la economía del club. Sólo pudimos fichar cuando estuvimos seguros de tener el dinero para hacerlo, de cumplir económicamente con nuestras jugadoras. De ahí la llegada en noviembre de las brasileñas Kamilla y ‘Gabi’ Silva. Hemos sido siempre un club humilde pero serio en este tema, y ningún resultado u objetivo cambiará nuestra forma de actuar.

Otra premisa que explica nuestra posición se refiere al rendimiento dispar de las jugadoras en cada partido disputado, no encontrando uno en el que todo el equipo haya rodado redondo. Cuando una lo hacía muy bien, otras no acompañaron. A momentos muy buenos de juego, seguían otros desastrosos, que minaron la moral de las jugadoras, que han visto como los resultados se diluían entre errores de principiantes.

Finalmente añadir que la situación laboral de nuestra capitana, Yohana Rodríguez, enfermera en el Hospital ‘Tierra de Barros’ desde septiembre (a 150 kilómetros de Arroyo de la Luz), la ha impedido seguir un ritmo de entrenamientos adecuado. En ocasiones sólo pudo entrenar una vez por semana, y eso, se notó en el rendimiento del grupo, en la dinámica de juego, más que en el rendimiento personal, que ha sido altísimo para su situación.

Debo dar públicamente las gracias a Yoa por su esfuerzo y también a la Coordinación de Enfermería del Hospital ‘Tierra de Barros’, que facilitó su presencia en todos los partidos de esta primera vuelta, posibilitando horarios de concentración horaria semanales o en fines de semana no competitivos. El premio para el esfuerzo de una arroyana de cantera lo tendrá representando a nuestro equipo y a toda Extremadura, en el Alls Stars (la fiesta del voleibol español) que se celebrará el 28 de diciembre en Guadalajara. Honor que también llevará otra jugadora de nuestra plantilla, la senegalesa “Maka” Mobw, elegida también para esta cita por la RFEVB.

Toda competición es presión por los resultados y estos están sesgando nuestro desarrollo.

En este punto debo decir que yo he sido quien ha traído o fichado a todas de las actuales jugadoras de Extremadura Arroyo y me responsabilizo el primero tanto de su posible bajo rendimiento como de los resultados negativos. Creo en este grupo de buenas jugadoras y enormes personas y creo que no han tenido premio al esfuerzo desarrollado en la primera vuelta.

Para contestar la segunda pregunta inicial os digo que en estos días de vacaciones he analizado junto a Carmen y Judith, segunda entrenadora y preparadora física - estadística, respectivamente, lo planificado y realizado hasta la fecha y no queda otra que asumir los pobres resultados obtenidos, que no se corresponden con lo planificado. Me ratifico en que la plantilla tiene base para hacer más, pero que hay que darse tiempo para conjuntar. Sin prisas, pero sin pausas.

Por ello propondremos a partir del 26 de diciembre, cuando volveremos a reanudar los entrenamientos tras esta semana de vacaciones, una dinámica en tres vertientes que nos lleve a valorarnos más como equipo e intentar alcanzar el difícil objetivo de la permanencia para Extremadura en la élite del voleibol femenino español.

Uno: volver a ilusionar a las jugadoras en su juego, en que saben hacerlo, en jugar bien. Las vacaciones navideñas deben darnos el punto de inflexión para calmar ansiedades y crecer en nuestro juego.

Dos: aumentar la implicación personal de cada una de las jugadoras y de los técnicos en los objetivos de mejora de juego. Todos a una. Convencernos que necesitamos conocernos más y compartir mucho para hacer mejor al grupo de lo que lo es actualmente. Todo ello, a buen seguro, revertirá en la cancha.

Tres: Mejorar el nivel de entrenamientos mediante la individualización de objetivos personales y de equipo, para una mayor visualización del crecimiento de juego.

En resumen, trabajar más y mejor. No hay otra fórmula: creer en lo que se hace y esforzarse al máximo en ello. Porque la suerte sólo está para el que la trabaja y sin trabajo no hay progresión. Así de simple, así de complejo.

Felices fiestas a todos los lectores de EL PERIÓDICO EXTREMADURA y vamos a por un 2017 lleno de esfuerzo personal y salud. Creemos en 2017: vamos a conseguirlo. Nuestra ‘Peña’, nuestro pueblo y toda Extremadura no se merecen otra cosa.H