ESPAÑA - 80: Edgar Vicedo (5), Alberto Díaz (2), Juan Sebastián Saiz (12), Javier Marín (8), Albert Homs (11) --cinco inicial-- Oriol Paulí (14), Darío Brizuela (5), Adrián Chapela (2), Guillermo Hernangómez (0), Nacho Nogués (5), Josep Pérez (14), Borja Mendía (2).

ARGENTINA - 58: Juan Pablo Vaulet (9), Gastón Whelan (0), Rodrigo Haag (3), Javier Saiz (7), Gonzalo Torres (9) --cinco inicial-- Pedro Barral (11), Gabriel Deck (6), Lucas González (0), Matías Bernardini (7), Franco Barroso (6).

MARCADOR POR CUARTOS: 13-14, 33-30 (descanso), 59-44 y 80-58 (final).

ARBITROS: Antony y Aguilera.

Misión cumplida. España confirmó las estupendas sensaciones de estos últimos días en Cáceres y afrontará el Mundial de baloncesto sub-19 de la República Checa con el refuerzo de haber ganado el Torneo Internacional Objetivo 2014 en el Multiusos. Su victoria ante Argentina (80-58) en la teórica final del cuadrangular tampoco dejó lugar a la duda, aunque tuvo que esperar a la segunda parte para sentenciar un choque en el que fue tan superior como indica el resultado.

Que nadie espere que salgan grandes estrellas entre los chicos de Luis Guil. Su referente, Willy Hernangómez, está todavía aclimatándose al equipo tras incorporarse la semana pasada. Pero se trata de un cuerpo de élite homogéneo en el que da un poco igual quién juegue. Puede aparecer cualquiera para resolver en ataque, mientras que en defensa es muy difícil que admitan canastas fáciles.

Con esa fórmula es fácil mantenerse en los partidos. La primera mitad española resultó bastante gris. Argentina dispuso de una máxima ventaja de siete puntos (20-27, min. 15), pero un parcial de 13-0 le empezó a dar la vuelta a la situación. La exhibición de juego llegó ya en el tercer cuarto. Sin respuesta posible por parte sudamericana, la diferencia fue agrandándose hasta un tanteo muy holgado (80-58).

Tener a cuatro jugadores entre 14 y 11 puntos (Oriol Paulí, Juan Sebastián Saiz, Josep Pérez y Albert Homs) es ya un mensaje en sí mismo. Si a eso se le une una abrumadora superioridad reboteadora --curiosamente, sin jugadores muy grandes más allá de los 2,10 que tiene Hernangómez--, es mucho más fácil ganar o, como mínimo, competir, que es la palabra de moda.

Con Argentina subcampeona, el podio del torneo lo completó Australia, que superó a Rusia por 82-88 pese los 38 puntos de Stanislav Ilnitskiv. Como se esperaba, Dante Exum fue el mejor de los australianos (27 puntos en 26 minutos).

Quizás lo único que faltó fue un poco más de público, pero la organización ha rayado la perfección. La presencia del seleccionador nacional, Juan Antonio Orenga, terminó de darle realce a una cita muy agradable.