La selección española de balonmano estrenará la segunda estrella, que le acredita como doble campeón del Mundo, con una complicadísima visita a Macedonia, donde los de Valero Rivera tratarán de sumar mañana (17:45) un triunfo que les permita encarrilar definitivamente la clasificación para el Campeonato de Europa de Dinamarca 2014.

Una exigente prueba para la que el seleccionador español confiará en el mismo bloque que el pasado 27 de enero logró en Barcelona el segundo título universal para el balonmano español, con la excepción del lateral Alberto Entrerríos, que puso fin a su larga carrera internacional tras la cita mundialista.

Ausencia a la que se añaden las bajas de última hora de los lesionados Daniel Sarmiento, que será reemplazado por el central del Veszprem húngaro Chema Rodríguez, y Julen Aginagalde, sustituido por el pivote del Creteil francés Rafa Baena.

"Son dos bajas importante, sobre todo, porque ya teníamos el equipo muy ajustado, pero tanto Chema como Rafa ya han trabajado con nosotros y conocen perfectamente el funcionamiento del equipo", señaló el segundo entrenador español, Manuel Montoya, en declaraciones a EFE.

Novedades a las que se une el retorno al conjunto español del central Raúl Entrerríos, al que una inoportuna lesión le apartó del pasado mundial, y que reforzará la polivalencia de una primera línea, que sigue siendo uno de los grandes argumentos de la selección.

Aunque las opciones de victoria de España en el Boris Trajkovski de Skopje, donde se prevé un lleno absoluto, volverán a descansar en la solidez del sistema defensiva del equipo español, perfectamente respaldado por un portería, donde la presencia de Arpad Sterbik se antoja nuevamente decisiva.

Un rocoso 6-0 con continuas salidas a los lanzadores macedonios, que el conjunto español podría alternar con una defensa 5-1, con el jovencísimo Aitor Ariño en la posición de avanzado, con la que tratará de entorpecer los movimientos ofensivos de una selección balcánica, que tiene como principal premisa facilitar los temibles lanzamientos del cañonero Kiril Lazarov.

El lateral del Atlético de Madrid no será, sin embargo, el único peligro del conjunto macedonio, quinto en el Europeo de Serbia 2012, que tiene otro de sus puntales ofensivos en Naumce Mojsovski, un talentoso e imprevisible central con una gran capacidad de lanzamiento.

Sin olvidar al pivote Stojance Stoilov o el extremo derecho Goce Georgievski, aunque la capacidad anotadora de los hombres de segunda línea del cuadro balcánico ha quedado reducida con la ausencia del extremo izquierdo Dejan Manaskov, que deberá estar varios meses de baja a causa de una grave lesión de rodilla.

No obstante, la principal arma de Macedonia, además del eléctrico ambiente que se espera en el pabellón, será su aguerrida defensa, liderada por el portero del Gummersbach alemán Borko Ristovski, un guardameta, que como advierten los técnicos españoles, "si tiene el día para muchísimo".

Una defensa, en la que pese al cambio de entrenador, el partido con España será el debut en el banquillo de Ivica Obvran, no se espera que varié el habitual 5-1, dados los escasos días que el preparador croata ha tenido para trabajar con sus nuevos pupilos.

Contratiempo que se une a las urgencias clasificatorias con las que llega a la cita Macedonia, que tras perder de forma inesperada (32-25) en Portugal, no puede permitirse más fallos, y menos en casa, si no quiere complicarse definitivamente la clasificación para el Europeo.

Un billete para Dinamarca 2014, que España podría sellar matemáticamente si vence mañana en Skopje y de nuevo el próximo domingo a Macedonia en Guadalajara, en el que podría ser el último partido de Valero Rivera al frente del conjunto español.