ESPAÑA 29: (17+12) Barrufet; Alberto Entrerríos (5), Raúl Entrerríos (2), Ion Belaustegui (11,4p), Fernando Hernández (2), Rubén Garabaya (1), Juan García (5,1p) -equipo inicial- Carlos Prieto (1), Xavier O´Callaghan (-), Mariano Ortega (-), Demetrio Lozano (1), Juan Pérez (1), Hombrados (ps) e Iker Romero (-).

CROACIA 30: (14+16) Matosevic; Niksa Kaleb (2), Renato Sulic (4), Mirza Dzomba (-), Tonci Valcic (3), Denis Spoljaric (-), Petar Metlicic (8) -equipo inicial- Ivano Balic (6), Blazenko Lackovic (3), Vedran Zrnic (-), Igor Vori (-), Vlado Sola (ps), Slavko Goluza (4,3p).

ARBITROS: Lemme y Ulrich (Alemania).

España debutó en el Europeo de balonmano con una derrota mínima (29-30) ante Croacia, actual campeona del mundo, producto de un último gol polémico, anotado por Ivano Balic sobre la bocina y por el que la delegación española presentará una reclamación oficial.

El último capítulo de la historia más reciente de los enfrentamientos entre España y Croacia tuvo un final indigno, plagado de despropósitos, que dieron al traste con las aspiraciones del equipo español de vengar la derrota de las semifinales del último Mundial.

"Una falta de pie, por dar pasos para sacar. Que el balón entrara en la portería de Barrufet fuera de tiempo y la presencia de jugadores del equipo contrario en la zona de nueve metros", son los argumentos españoles para contravenir la decisión de los árbitros alemanes Lemme y Ullrich, que dieron validez a la acción final de Balic y consumaron la victoria mínima croata.

España tenía previsto presentar una reclamación ante la federación internacional, según confirmó el seleccionador español, César Argilés. Eso ocurrió después de que los españoles hasta cinco tantos de ventaja (10-5).

Los croatas, que nunca dan nada por perdido, pusieron fin a la empresa española en el minuto 40,50 (20-20). Después, ya no perdieron la iniciativa hasta que llegó el caótico final.