No hubo sorpresas. Habrá cuartos entre Estados Unidos y Rusia. Ninguna de las favoritas se salió del guión en octavos. Los americanos se impusieron con rotundidad a Angola (121-66) y los rusos a Nueva Zelanda por 78-56, en partidos sumamente descompensados ya desde el inicio. El encuentro de EEUU con los africanos apenas tuvo historia, casi como el de los europeos, aunque durante catorce minutos, Nueva Zelanda se permitió seguir soñando con otro milagro. Porque de milagro hay que calificar que una selección con sólo dos jugadores de más de dos metros, Frank mide 2,00 metros y Bradshaw, 2,05, se haya metido en octavos.