PLASENCIA: Gianella (10), Stewart (14), Lledó (11), Owens (11), Kruiswijk (9) --cinco inicial-- Sala (11), Rubio (15) y Jobacho (-).

ARACENA: Vallmajó (8), Llorens Mons (5), Matalí (12), Evans (9), Moraga (14) --cinco inicial-- Blatkshear (2), Fernández (-), Sada (17), Joaquín Arcega (-), Goethals (-).

MARCADOR POR CUARTOS: 13-11, 29-30 (descanso), 52-48 y 81-67 (final).

ARBITROS: Soto y Gómez. Expulsaron por personales a los visitantes Arcega y Evans.

INCIDENCIAS: Se guardó un minuto de silencio. Debut en casa del Plasencia en casa en duelo correspondiente a la segunda jornada de la Liga LEB.

Plasencia vive con euforia su primera temporada en la Liga LEB. A la victoria del pasado viernes ante el Menorca, hay que sumarle el nuevo éxito cosechado en su debut en casa frente al Aracena, que desata abiertamente la locura en la capital del Jerte. Los de Dani García superaron al cuadro catalán con solvencia en un encuentro cargado de morbo, ya que el Aracena fue el máximo rival del Plasencia el ejercicio pasado tanto en la Copa LEB-2 como en los playoffs de ascenso. Ayer los placentinos se cobraron la ´vendetta´ en un encuentro marcado por la igualdad hasta los últimos diez minutos. Guillem Rubio, con 15 puntos y 13 rebotes, tuvo un papel destacadísimo para que la victoria se quedara en Plasencia.

Roy Kruiswijk superó sus dolencias en el dedo pulgar de la mano derecha para colaborar en tareas reboteadoras y ofensivas. Capturó diez rechaces y encestó nueve puntos. Fue la viva imagen de la casta local. El juego interior jerteño le ganó la partida al Aracena y abrió el camino al triunfo.

En los primeros compases del encuentro los catalanes obtuvieron pequeñas diferencias a su favor y a los de García les costaba ver aro (4-10, min. 6). A partir de esos instantes, el Plasencia reaccionó tras ajustar la defensa y estando más despiertos en ataque (13-11, en el primer cuarto).

MAXIMA IGUALDAD

En los siguientes diez minutos, ninguno de los dos conjuntos era capaz de despegarse. La salida de Adolfo Sada, con dos triples consecutivos, empezaba a rememorar fantasmas del pasado. Con 12 puntos al descanso, el escolta se convirtió en el máximo anotador. Gianella y Kruiswijk, con problemas de faltas, tuvieron que retirarse al banco, pero las rotaciones no cambiaron el panorama de igualdad. Perico Sala y Guillem Rubio mantuvieron un excelente nivel. El encuentro llegó al descanso con 29-30 en el electrónico.

En el tercer cuarto el equipo de Dani García se destapó y apostó seriamente por su segunda victoria. Así abrió una brecha de cinco puntos (41-36, en el minuto 23). Una discutida falta antideportiva Rubio y una técnica al entrenador local volvió a acercar al Aracena. Moraga, en los visitantes, era la clara referencia en ataque, sobre todo en la ´pintura´.

Las genialidades de Terrence Stewart, acompañado magistralmente por Gianella, tomaban un protagonismo destacado al final del tercer cuarto (52-48).

En el epílogo el hueco se fue ampliando y las diferencias máximas crecían de manera espectacular, alcanzando los 17 puntos en los últimos instantes. Un triple desde el medio del campo de Vallmajó sobre la bocina dejó el marcador en el 81-67.