ESPAÑA: Cañizares; Salgado, Puyol, Helguera, Romero; Víctor, Albelda, Baraja, Vicente; Raúl, Morientes. También jugaron Valerón, Tamudo, Torres, Reyes, Xabi Alonso y Joaquín.

VENEZUELA: Angelucci; Vielma, Rey, Cichedo, Jonay; Vera, Páez, Urdaneta, Rojas, Leopoldo Jiménez; Margiotta. También jugaron Andrés González, Alexander Rondón, Castelín, Andrés Rouga, Fernando D´Ornelas y Rafa Ponzo.

GOLES: 1-0, min. 40: Morientes. 1-1, min. 46: Rojas. 2-1, min. 56: Tamudo. 3-1, min. 66: Tamudo. 3-2, min. 92: Rafael Castelín.

ARBITRO: Pasquale Rodomonti (Italia). Amonestó a Salgado, Rey, Vielma y Jonay.

La nueva selección española encabezada por Luis Aragonés mostró una imagen esperanzadora en el inicio de esta nueva etapa y, aunque se deshizo por la mínima de un rival de menor pedigrí como Venezuela (3-2), dejó entrever cualidades para afrontar con garantías los partidos clasificatorios para el Mundial Alemania 2006.

En un estadio lleno de colorido, España ofreció dos caras bien diferenciadas. Aragonés había advertido en las vísperas que exigiría a los suyos iniciativa, pero la realidad distó mucho de lo esperado. Hasta la entrada de Reyes y Tamudo, las dos figuras más destacadas del encuentro, no se activó el verdadero potencial español.

En los minutos iniciales el repliegue de Venezuela y algunas imprecisiones entorpecieron el juego del equipo nacional. El conjunto de Richard Páez, disciplinado y sin complejos, no respondió al prototipo de equipo destructor.

Víctor, en el minuto 39, probó fortuna desde lejos y Angelucci despejó de puños, pero el sino cambió segundos después. El futbolista del Deportivo, enrabietado, inició una contra con velocidad, aguantó una embestida y habilitó la subida de Salgado quien, con tiempo para medir su centro, colocó el esférico en las botas de Morientes, quien marcó a placer.

SORPRESA DEL RIVAL Cuando todos pensaban en el descanso y ya se había sobrepasado el tiempo reglamentario, Jorge Rojas penetró con convicción y sorprendió a Cañizares con un lanzamiento lejano, que colocó el empate en el marcador.

En la segunda parte, Aragonés, decidido a variar el panorama, inyectó ideas renovadas con la salida de Valerón, Reyes, Torres y Tamudo. Páez, contento con el bagaje de sus pupilos, no movió pieza y mantuvo la estructura inicial.

Los cambios insuflaron aire a España. Reyes se ganó a la grada con su velocidad y Torres y Tamudo entraron en acción. Ambos fueron los que propiciaron el segundo gol. Restablecida su ventaja, España ganó en consistencia y homogeneidad y así hizo el 3-1, por mediación de Tamudo de nuevo. En la fase final, Venezuela maquilló el marcador con un buen gol de Castelín.