Dos de dos. Mejor imposible. Rafael Nadal y David Ferrer comenzaron la Copa Masters de tenis con victoria. El número 2 del mundo, ante el francés Richard Gasquet (3-6, 6-3, 6-4), y el alicantino, ante el serbio Novak Djokovic (6-4, 6-4).

Si el triunfo de Nadal era presumible, aunque tuvo que sufrir para conseguirlo, el de Ferrer evidencia el momento dulce que atraviesa el alicantino al deshacerse del número 3 mundial sin ceder un set. Un resultado que le pone como líder del grupo dorado y en posición privilegiada para la lucha por una de las dos primeras plazas de grupo que dan acceso a las semifinales. Y la primera oportunidad para asegurársela Ferrer la tendrá precisamente mañana mismo ante Nadal.

CORAJE Y DECISION Y ayer Ferrer, sin duda, se lo pasó en grande. La realidad superó el sueño. Desde el primer punto mostró coraje, decisión y motivación. Virtudes de los antiguos guerreros de terracota de Xian que la ATP ha transformado en guerreros de Shanghái en esta edición de la Copa Masters. Con ese tenis duro, rocoso, capaz de devolver mil bolas, Ferrer anunció que va a ponerle las cosas difíciles a cualquiera. "Sabiendo que si se despistan puedo dar la sorpresa".

Djokovic, a priori uno de los favoritos, no encontró la forma de derribar el muro que tuvo enfrente. El primer despiste le acabó costando el set y, cuando quiso reaccionar, Ferrer se aferró a su raqueta para devolver las bolas más difíciles y correr como un poseso a cualquier rincón hasta acabar ganando el punto con golpes espectaculares. "No ha sido mi día, pero Ferrer ha jugado de forma increíble", admitió el serbio. La lección la vio en directo Nadal, que tras su partido se sentó en las gradas junto al golfista Sergio García.

Lo que vio debió impresionarlo. Djokovic lo intentó todo para forzar un tercer set, pero le fue imposible. El serbio fue incapaz de aprovechar ni un solo punto de rotura de los tres que tuvo. Los dos primeros, con ventaja de 2-1 en el segundo set, y el último, en el último juego, cuando Ferrer le había roto el servicio en el anterior y buscaba rematar el partido. Djokovic se jugó cada punto con golpes ganadores (durante el partido logró 22, el doble que Ferrer), pero de poco le sirvieron.

Más problemas tuvo que superar Nadal en su debut ante Gasquet. El manacorense no entró en la pista con la decisión de Ferrer. "Al principio estaba nervioso y con dudas, me faltaba nervio e intención", reconoció. Tardó en encontrarlo y Gasquet, un rival con mucho talento tenístico, también novato, lo aprovechó al principio. Pero no culminó y lo pagó.