«En Azuaga siempre es como si empezáramos de cero, siempre hay que hacer un equipo prácticamente nuevo». Lo dice Antonio Jesús Cobos, (Belmez, Córdoba, 3 de diciembre de 1974). Sabe bien de lo que habla. El lunes inició la que es su quinta pretemporada al frente del equipo de la Campiña Sur. Desde el verano del 2015 es fijo en el Municipal azuagueño, con un breve paréntesis entre noviembre del 2017 y el verano del 2018.

«Ya paso casi más tiempo aquí (en Azuaga) que en mi pueblo», dice con buen humor el técnico de un equipo obligado a reinventarse cada verano. La distancia y un presupuesto siempre ajustado son los motivos. Para la temporada 2019-2020 más de la mitad de la plantilla volverá a ser nueva, cuenta. Las renovaciones han sido 9. Los fichajes, por ahora, 8. Pero faltan algunos por llegar, al menos un par de jugadores, ambos para la zona de ataque (un delantero y un extremo). «Son los más difíciles». No lo dice Cobos porque el ‘gol se pague caro’, como dice el tópico, sino porque toca hacer una complicada ingeniería. También económica, pero sobre todo para ubicar a los nuevos en los coches que viajan o en los pisos disponibles. De momento irá un coche desde Almendralejo, otro desde La Serera y dos desde Córdoba, en uno de ellos el propio entrenador.

La intención para esta temporada, cuenta Cobos, es entrenar tres días a la semana «todos juntos». Y eso supondrá un mayor coste en combustible. Se ha ahorrado en otros conceptos, como los jugadores. «Nuestro perfil es de futbolistas jóvenes que en muchos casos vienen porque saben que aquí van a tener un buen escaparate». Y para muchos de esos jugadores la Tercera extremeña es una gran desconocida, por lo que el trabajo de pretemporada se hace mucho más importante. «La predisposición de todos es muy buena», añade el técnico, que no se pone objetivos. Tampoco límites. «Primero, la permanencia, después lucharemos hasta dónde podamos. Vamos a ver hasta dónde llegamos, porque nos vale ningún tipo de excusa. Competiremos con quien haga falta». Y todo ese estilo de juego donde siempre prima el ataque, la diversión: mejor 4-3 que 1-0.