Si existe la excelencia hecha fútbol en Segunda División (que resulta bastante difícil), el Extremadura la plasmó ayer en forma de victoria con un partidazo redondo ante el Elche plagado de buen fútbol, intensidad máxima, espíritu ganador y un coraje que desarboló durante 95 minutos a un Elche atónito por lo que estaba viendo sobre el terreno de juego. El propio Pacheta, técnico del Elche, confesó que el partido del Extremadura había sido fabuloso y que, ante ese fútbol, no habían tenido opción a nada. Una confesión desnuda que viste la realidad de un partido brillante de los azulgranas.

Dentro de todo ese brillo que ahora reluce en el Extremadura, sin duda, su entrenador, es oro puro. Manuel Mosquera, que siempre ha mantenido una confianza y tranquilidad abrumadora ante los malos momentos, zarandeó casi de manera inexplicable todo el once inicial para dar oportunidades a jugadores muy poco habituales. Algunos, como Cristian, ni siquiera había jugado, pero su encuentro de ayer le abre de par en par la puerta a tener continuidad.

Hasta cinco cambios introdujo el Extremadura con respecto al triunfo en Alcorcón. Especialmente revolucionaria la delantera, con Willy de referencia, Pinchi por detrás y Nono con Cristian en bandas. Kike Márquez, lesionado de última hora, ni se vistió. Tampoco Pastrana, que descansó con vistas a Tenerife.

Desde el minuto uno, el acoso fue abrumador, El primer golpetazo lo metió Zarfino, con un remate poderoso de cabeza dentro del área que hizo tambalearse el larguero de Edgar Badía tras centro de Nono. La ocasión fue clarísima, pero se marchó al limbo.

Minutos más tarde, otra vuelta de tuerca. Centro desde la banda, cúmulo de rechaces y remate de Nono dentro del área que se va para dentro. El gol estaba cantado, pero Zarfino lo quiso remachar en línea de gol sin darse cuenta que estaba en fuera de juego. Lamento profundo en todo el estadio, pero sin tregua a por la siguiente jugada.

Durante la primera media hora de juego, el Extremadura fue un huracán. Presionaba y asfixiaba en tres cuartos de campo a su rival y, por momentos, le pasaba absolutamente por encima. Fruto de esa insistencia, otra ocasión clara. Gran galopada de Caballo por banda izquierda, pase a tras y Nono, con todo a favor, remata al cuerpod e un futbolista. Otro lamento, otro resoplido, pero otro intento más.

INSISTENCIA / A la media hora de juego, otra opción. Cristian arranca por la vertical con el balón conducido, nadie le sale al paso y dispara con violencia en su especialidad del disparo lejano. Paradón de Edgar Badía. En el rechace, Willy está a punto de meter la pierna. Aguantaba estoicamente el Elche el chaparrón.

Se fue el partido al descanso con ese lamento de no aprovechar la cascada de ocasiones, pero si la primera parte fue redonda, la segunda fue excelsa. A los siete minutos, una jugada cambió el partido. Manuel Sánchez comete falta y ve la segunda amarilla. El Elche con diez y, en la misma jugada, David Rocha la pone suave y Willy la remacha para la locura. El capitán, el que nunca hace nada, abría la lata.

Pinchi y Zarfino las tuvieron para cerrar, pero lo hizo Cristian con un derechazo tremendo a ocho del final. Partidazo y gran victoria de un Extremadura superlativo.

EXTREMADURA 2

ELCHE 0

3Goles: 1-0 Willy, min.52; 2-0 Cristian, min.83.

3Árbitro: Muñiz Ruiz (Galicia). Amonestó a Willy y David Rocha por los locales; y Juan Cruz y Medina en los visitantes. Expulsó por doble amarilla a Manuel Sánchez.

3Estadio: Francisco de la Hera.

3Espectadores: 6.500.

3Extremadura: Casto; Alex Díez, Pardo, Granero, Caballo, Zarfino, David Rocha (Sergio Gil min. 56), Cristian, Nono, Pinchi (Mujica, min. 76) Willy (Alex López, min.82)

3Elche: Edgar Badía; Tekio, Verdú, Danilo, Juan Cruz, Manuel Sánchez, Mfulo, Iván Sánchez, Fidel (Josan, min. 74), Pere Milla (Medina, min. 81), Nino (Yacine, min. 65).