Cosas del destino y de formas y maneras de algunos. El Extremadura, que casi toda la campaña ha ocupado posiciones de privilegio, mientras su propio técnico ponía sordina a la gesta para difuminar el objetivo, se aferra ahora a la aritmética para certificar que aún puede entrar en ese cuarteto del que está fuera y pelear por una liguilla que hasta hace nada era palabra tabú.

Sea como fuere, los azulgranas se juegan en la matinal de hoy (11.30 horas), y en la ciudad deportiva nervionense, sus últimas opciones de pensar en fase de ascenso. Y lo hace con el Sevilla B, precisamente el equipo que lo ha descabalgado de la cuarta plaza por la dinámica de derrotas consecutivas. Ahora, y algún pulso verbal le costó en la matinal de ayer con el delegado de equipo, Martín Vázquez, sólo quiere gente optimista a su lado para pensar en conseguir ese objetivo del que se renegaba antes. Parece ciertamente de locos.

En clave sólo deportiva, Ortuondo hizo oficial la lista de convocados, en la que los regresos de Iñaki Garmendia, tras su sanción, y, sobre todo, de Julio Cobos, tras muchos meses fuera por lesión, son novedades. En las bajas, Bermúdez pasa de titular ante el Marbella a descartado y Ordóñez, que tuvo minutos también el domingo, regresa con él al equipo de Tercera para jugar en Sierra de Fuentes con el filial.

La expedición, aunque muy recortada en cuanto a auxiliares del equipo técnico por problemas de hotel en una Sevilla en ferias, partió en la tarde de ayer y aguarda en la matinal de hoy la llegada del resto de la misma antes de jugar. Lo del once es de nuevo una incógnita. El técnico dijo a sus jugadores que no lo daba a conocer "para mantener la intensidad de todos de cara al partido". Sea como fuere, el equipo busca un resquicio para un objetivo negado todo el año.