Dicen que no hay quinto malo y la de esta tarde (17.00 horas) será la quinta visita del Extremadura en el tramo liguero de este 2006 que nos ocupa. El equipo de Ortuondo, que es cierto que también ha dado un giro a su racha en casa y ese en positivo, no gana a domicilio desde que el 11 de diciembre golease al Córdoba en El Arcángel (0-4). En el nuevo año aún no sabe lo que es sumar de tres cuando sale de viaje. Y con esa aspiración partió ayer la expedición azulgrana de los aledaños del Francisco de la Hera a pesar del discurso de su técnico matizando realidades.

Y es que el de Ondárroa, enemigo de la presión añadida, aseguró que "miró los partidos como una individualidad y no me ocupo del número de ellos que llevamos sin ganar a domicilio. Afrontamos el de Jaén con la sana intención de ganar, a eso vamos, pero sabemos que hay otros dos resultados posibles".

También tuvo palabras de elogio para la entidad jiennense que "ya tenían un buen equipo a inicios de temporada y, además, se han reforzado, y creo que bien, en el mes de diciembre". A pesar de todo, "es un partido peligroso porque el Jaén no está cumpliendo con las expectativas que se habían generado y puede resurgir en cualquier momento de la competición".

ORTIZ Y MARIN En cuanto al posible once inicial almendralejense esta tarde en el Nuevo Estadio de La Victoria, y dentro de lo imprevisible que en este aspecto también se muestra el entrenador azulgrana, el esquema podría tener algún retoque respecto a sus precedentes recientes. Así, con Samir en el lateral diestro una semana más por la ausencia de Garmendia, vuelve al centro de la zaga Fabios y al lateral zurdo Aláin, ambos tras cumplir sanciones. En mediocampo, Ortiz podría ser la pareja de baile de Santi Amaro en el eje creativo y Marín, en una excelente progresión, parece destinado a ser el cdentrocampista de banda izquierda. Pero será Ortuondo, que tiene las bajas de Cobos, Garmendia y Zamora y descartó a Bermúdez y Uceda, quien decida finalmente al respecto.

En el Jaén es baja forzada por sanción Luque, que cumplió el ciclo de tarjetas, y se anuncia alguna revolución en el once tras el último estropicio de Zafra.