Villanovense - 3: José Fuentes, Cobos, Jaraiz, Juanjo, Moraga (Pibe, min.67), Juan Carlos, Manu Cabezas (Víctor Marcos, min.76), Jorge Herrero, Anxo, Gálvez (Edu Jurado, min 73) y Troiteiro.

Toledo - 2: Bermúdez, Amores, Selu, Sergio, Delgado, Alberto (Manolo, m.85), Vicente, Butra, Pulga, Rufino (Guille, 63) y Gail (Joaqui, m.55).

Goles: 0-1-Rufino, m.28; 1-1 Gálvez, m.57; 2-1 Juanjo m.75; 2-2 Guille, m.90; 3-2-Pibe, m.93.

Arbitro: Berjumea Alvarez. Amonestó a los locales Cobos, Moraga, Juan Carlos y Troiteiro y al técnico Jaime Molina, y a los visitantes Israel, Vicente, Rufino, Dani Gail y doble amarilla a Amores (min. 85). Expulsó al segundo entrenador local, Loren, en el minuto 29

Incidencias: Estadio Romero Cuerda. 2100 espectadores. 500 de Toledo.

De lo que menos se hablaba en las gradas del Romero Cuerda era de juego y táctica, sólo de victoria con goles, y según iban sucediendo los minutos y conociéndose los resultados de Cacereño, Tenerife B y Racing B, equipos a los cuales tenía que mirar el Villanovense para conseguir la promoción, se pasó a hablar también de solidaridad con el Cacereño y con el fútbol extremeño.

El conjunto de Jaime Molina sacó a pasear la enorme la garra que le ha caracterizado en el tramo final de la competición e hizo grande el espíritu del fútbol regional, ganando en el último suspiro al Toledo, mandando a éstos a la promoción de descenso y salvando milagrosamente al Cacereño, que es lo que a la afición serona le pedía el cuerpo, oídos los gritos de la grada al marcar el segundo tanto los jugadores de Angel Marcos, por lo tanto todo se alió en la tarde mágica del estadio Romero Cuerda.

CON FUTBOL El Villanovense descendió haciendo lo que sabe hacer, que es fútbol, a pesar que el encuentro comenzó con un Toledo muy enchufado que no dejo respirar al conjunto serón que salió más nervioso de lo habitual, aunque dispuso de un acercamiento de Anxo a la que no llegó Juanjo y otro de Jaraiz que tuvo una oportunidad desde la derecha centrando con peligro.

Era un atisbo de que empezaba a tener buenas sensaciones aunque en el minuto veintiocho recibe el primer jarro de agua fría cuando el Toledo se adelantó por mediación de Rufino que recibe un balón de Butra y logra con la cabeza el primer tanto.

A partir de aquí el Toledo se empieza a crecer y el Villanovense pelea en la zaga para que no llegue el peligro a José Fuentes por el embotellamiento de los toledanos. Poco a poco los de Jaime Molina se van rehaciendo y vuelven a entrar en el partido, ya que a balón parado una falta que lanza Anxo, tuvo que despejarla Bermúdez in extremis.

Con este marcador se llegaría al descanso, un resultado que les era favorable a los visitantes por lo que comenzaron la segunda parte con cierto conformismo, con pérdidas de balones y de tiempo hasta que un disparo de Moraga les pone de nuevo en su sitio y comprueban como en tan solo en cinco minutos, el Villanovense pone en un brete a Bermúdez, en una ocasión de Juanjo Serrano y en otra de Moraga hasta que Gálvez, en un lanzamiento de falta magistral, coloca el balón por toda la escuadra, empatando el partido.

La tenacidad del delantero Juanjo tiene su recompensa en el minuto setenta y cinco, cuando recibe un balón de Edu Jurado y éste dentro del área bate al portero. Seguía trabajando el Villanovense en pos de mantener esta renta empujado por las gradas que coreaba "¡Cacereño, Cacereño!" aunque Guille en el noventa, termina con las ilusiones momentáneas de la victoria al plantarse solo ante José Fuentes (2-2).

QUE BUENO PIBE En la prolongación del encuentro, con un juego intenso del Villanovense y un Toledo muy serio atrás, Pibe consigue, a pase de Edu Jurado, el tercer tanto y la consiguiente euforia en las gradas que a pesar de que no les servía para mantener la categoría, sí lo hacía para demostrar que ha sido un equipo que no ha merecido tanto castigo y una afición tanto sufrimiento.

Al menos, los villanovenses tuvieron el consuelo de ser solidarios con un club hermano, el Cacereño, que tiene ya mucho que agradecerle. Tremendo e histórico lo sucedido en el Romero Cuerda. Pocas veces un equipo fue más solidario, en pocas ocasiones se habrá vivido algo similar a lo acontecido en la tarde dominical en Villanueva.