Poco tienen en común los tres últimos entrenadores del Mérida, Félix Arnaiz, Jaime Molina y Fabri González, sin embargo los tres, en aras de buscar lo mejor para su equipo, han tenido las mismas palabras con respecto a las instalaciones de entrenamientos. El último y actual, Fabri, lo hizo ayer en rueda de prensa sin que se le preguntara. El entrenador gallego no quiere meterse con nadie: "Sólo quiero lo mejor para mi equipo, pero me gustaría que los campos de entrenamiento estuviesen lo mejor que se puedan, porque no por tener ferias y fiestas se pueden abandonar o dejar de regar durante todos los días". El entrenador no quiso que se le malinterpretara pero "a mí me jode, así que decirle al que tenga la responsabilidad que hay que ser un poco profesional igual que lo intentamos ser los demás".

Fabri afirma que "todo lo que se ha hecho en Diocles es un lavado de cara porque está muy mal. No sé cuando volveremos a entrenar allí, porque es un verdadero patatal".

Ante esta situación, la primera plantilla del Mérida está entrenando en el campo de césped artificial de la Federación y en el de césped natural donde suele hacerlo también el Imperio de Tercera. "El campo no ha sido regado en toda la semana. Aquello era como una roca, por eso nos fuimos al artificial", señala indignado Fabri. Una indignación que comparten desde el Imperio ya que están en la misma situación.