Domingo histórico, por esperpéntico, en el fútbol extremeño. La suspensión del partido Santa Amalia-Miajadas, de Tercera División, con siete jugadores contra siete en el campo y solamente 50 segundos jugados, escenifica perfectamente lo sucedido. Tercera División, Regional Preferente, Primera Regional y otras categorías vivieron un día anómalo que pasará a la historia del fútbol regional por los tintes negativos y por las consecutivas no menos destructoras que pudieran derivarse.

La huelga de los trabajadores de la federación como protesta por el salario de siete meses no percibidos, a lo que se ha conjuntado durante los últimos días las dudas sobre la Mutualidad de los futbolistas, se han unido como espoleta para crear el caos más significativo que se recuerde en el balompié de la comunidad, herido de muerte entre otras cosas por la división imperante entre los distintos actores, cuya escenificación quedó retratada durante todo el fin de semana en distintos escenarios.

ELECCIONES En medio de todo ello subyace una polémica que ha contribuido a alimentarlo todo: el proceso electoral a la presidencia de la Federación Extremeña, que ha terminado por enfangarse en un barro cuya salida se ve ahora más difícil, con una junta electoral dimitida, un candidato señalado por un comité por "graves irregularidades", otro acusado de pésima gestión y un último que no se decide a dar el paso como 'tercera vía' excluyente de los dos anteriores.

Con todo este galimatías y con un público hastiado y confundido por la coyuntura, la jornada tuvo su primer escenario clave en Pinilla, donde por ejemplo se suspendió el duelo entre el Femenino Cáceres Atlético y el Santa Teresa C de Badajoz, de Liga Autonómica Senior. Primera contradicción: el día anterior no se había abierto el recinto, quedándose sin disputar los partidos. Segunda: el equipo pacense no se presentó. Partido no jugado, pues. Antes sí se jugó el Diocesano-La Uva de Badajoz de femenino base.

Amanecer-Malpartida, duelo de Regional Preferente. Mismo escenario. Los dos equipos se ponen de acuerdo y no juegan su encuentro, uno entre los 16 que no se han disputado en las categorías senior de fútbol en Extremadura. Como curiosidad, el árbitro recoge en el acta que no hay nadie que abra los vestuarios y que dos clubs se negaron a pagarle el recibo arbitral.

En Tercera División había expectación ya desde por la mañana para ver qué sucedía en el Moralo-Ciudad de Plasencia. Después de ahuyentarse las dudas, los dos decidieron jugar, eso sí, con los futbolistas placentinos asegurados en las últimas horas, según su presidente, Francisco Paramio. La mutualidad, en el fondo de todo como caballo de batalla de un caso tremendo.

Pero el mayor morbo estaba en Santa Amalia. En el Municipal se enfrentaban el titular y el Miajadas, este último club auténtico referente guerrero por una causa que cree justa ya desde el inicio de liga, que amagó con parar. Sorpresa máxima: al terreno de juego saltan siete jugadores de cada equipo, lo mínimo legal exigido. A los 50 segundos el árbitro suspende el choque tras una lesión de un futbolista de cada equipo. Conclusión: suspensión y a otra cosa.

FUTURO CON DUDAS ¿Qué ocurrirá ahora? Hay abiertas muchas posibilidades. Los enfrentamientos dialécticos a través de distintos medios entre dirigentes de los clubs e incluso entrenadores dibujan un escenario incierto. Sobre este último partido en concreto tendrá que decidir el Comité de Competición. Si la decisión no es satisfactoria, el asunto podría terminar en el Comité de Apelación si hay denuncia de algún club. Puede haber sanciones, según el reglamento, de carácter muy grave, por lo que se considera por algunos clubs que anoche transmitieron a este diario que "se puede adulterar la competición".

Pase lo que pase, esta semana hay jornada liguera. Ya ha terminado el paro de los trabajadores. Antes de que se planteen continuarlo del 1 al 14 de abril habrá reuniones claves en los próximos días que podrían buscar alguna solución al desaguisado montado alrededor de todo este monumental embroglio .

El Santa Amalia y el Miajadas amenazaron ayer con retirar a sus equipos de la competición si no se solucionaban los problemas "esta misma semana". Pero hay quien habla en clave optimista y que con el diálogo entre todas las partes se puede encontrar un cauce que acabe en una paz necesaria para todos. Sin embargo, los antecedentes de este fin de semana dejarán huella en un fútbol extremeño absolutamente tocado. Resta no llegar a hablar de hundido .