El Getafe, tras la amplia ventaja obtenida en el partido de ida en Madrid (3-0), certificó su histórico pase a las semifinales de la Copa del Rey pese a perder por la mínima ante Osasuna en Pamplona, donde los navarros le dieron algo de emoción con un gol tempranero, aunque el equipo madrileño tiró de oficio para controlar el juego y no pasar apuros.

El técnico osasunista, José Ángel Ziganda, preservó a sus titulares para el partido de Liga del domingo en Santander y ofreció el encuentro a los suplentes y dos jugadores del filial, Erice y Azpilicueta (debutantes en el primer equipo), habida cuenta de la diferencia casi insalvable, del ajuste clasificatorio en la Liga y del sobrecargado calendario 'rojillo' al seguir vivo en la Copa de la UEFA.

Sin embargo, el conjunto navarro, alejado de toda presión, consiguió ponerle emoción al choque con un gol tempranero que animó a la hinchada local, aunque el equipo de Bernd Schuster controló el ritmo de juego tras el tanto local.

Osasuna salió metido en el partido y, después de una gran ocasión desperdiciada por Juanlu, desbaratada por Luis, rompió la igualdad en el marcador con un gol del argentino Romero tras una buena jugada colectiva.

Los locales rompieron bien por la banda izquierda, con centro final de Monreal al segundo palo para que Azpilicueta cabeceara a la posición de Romeo, quien marcó a placer libre de marca (1-0, m.16).

El gol despertó al Getafe, que pasó a controlar el juego con un ritmo pausado ante un Osasuna que perdió el balón, si bien el cuadro madrileño careció de profundidad y no se arrimó con peligro a la portería local, salvo en un tiro de Vivar Dorado que el propio Elía se complicó.

Osasuna ejerció de local y dominador tras el descanso, pero le faltó juego y claridad de ideas para llegar con peligro al área del Getafe, entregado a un partido práctico y sin sobresaltos, en el que el paso del tiempo transcurría a su favor.

El segundo periodo careció de ocasiones de gol en ambos bandos, salvo un tiro de Webó en el tiempo añadido, y ante la falta de mayor emoción, las noticias estuvieron en el debut en Osasuna de otros dos jugadores del filial, Jokin y Echaide, y sobre todo en la lesión de Alexis, quien fue trasladado al hospital tras golpearse en un choque con su compañero Tena, aunque el jugador permanecía consciente.

El Depor

El Deportivo de La Coruña, que jugó todo el segundo tiempo con diez futbolistas por expulsión de Coloccini, pasó a las semifinales de la Copa del Rey tras empatar hoy en Zorrilla con un Real Valladolid que no pudo levantar la losa que se trajo del partido de ida (4-1).

El Depor llegó con muchas bajas y durante la primera parte añoró, sobre todo, a Javier Arizmendi, aunque el resultado de la ida le daba un margen notable para "anestesiar" el partido.

Sin embargo, a los diez segundos, Adrián salió como una flecha por la derecha y disparó cruzado con muchísima intención en lo que fue toda una declaración de intenciones del equipo de Joaquín Caparrós.

El Real Valladolid, con el tradicional 4-2-3-1 y el camerunés Dani Kome, que debutaba, como media punta, no quiso ser menos que su rival y de la mano de Manchev y Chema acometió durante los primeros minutos por la banda derecha con un peligro más aparente que real, ya que los centros no fueron de calidad.

En un partido de ida y vuelta, con ambos equipos concentrados, veloces y corajudos, el público disfrutó de una primera fase llena de disputas e intensidad, aunque la impericia de los delanteros en los últimos metros impidió que el marcador se moviera.

La posesión del balón era para el Valladolid, así que los de Mendilibar acabaron atrincherando a su rival. Así las cosas, a partir del minuto veinte, los de La Coruña se entregaron a la tarea de defender y se volvieron mucho más cautelosos.

Sin los ramalazos de genio de Víctor, inicialmente en el banquillo, el Real Valladolid se fue diluyendo en ataque hasta que el brasileño Filipe aprovechó una indecisión de la zaga vallisoletana para adelantar al Deportivo (min. 33) y certificar así el pase de los gallegos a las semifinales de la copa.

No obstante, la expulsión del argentino Fabricio Coloccini por una agresión a un contrario (minuto 44) pareció otorgarle algo de vida al Valladolid que, en los primeros minutos de la reanudación, intentó echar el resto, aunque ya no pudo poner en aprietos a un rival bien organizado que, además, se rearmó en defensa con la salida del portugués Jorge Andrade.

El búlgaro Manchev rubricó su buen partido con el gol del empate (min. 85) y este tanto impidió que el Deportivo, que le ha endosado la única derrota al Valladolid en los últimos cinco meses, se llevara un triunfo que no mereció.