El Almendralejo sigue cuesta abajo y no pudo puntuar en su visita a Valladolid (4-0), en un encuentro en que compitió bien, con orden, y realizando un trabajo a destajo, por lo que puede afirmarse que no mereció una derrota tan abultada. Sin embargo los errores cometidos en las jugadas de los goles locales le condenaron a sufrir la goleada final, pese a hacer lo más difícil: tratar de contrarrestar el juego de un equipo como el vallisoletano que por definición es muy difícil de plantar cara.

El primer gol de los locales, obra de Víctor, llegó recién rebasada la media hora de juego. Un centro lateral al área es mal despejado, lo que permite al blanquivioleta Víctor hacerse con el balón y enviarlo al fondo de las mallas. El segundo gol llegó al cuarto de hora de la segunda mitad, precedido de un nuevo fallo defensivo. A partir de ahí, coser y cantar para los pucelanos.