ARROYO: Savu; Belmonte, Oca, Asiel, Santi Polo, Hedrera, Ganet, Ernesto (Casado, 58), Carlos García, Pina (Armero, min. 58) y Pino.

BADAJOZ: Arenas; Kiko (Jairo, min. 67), Jesús Muñoz, Chechu, Germán, Roberto Gándara (Edu Torres, min. 46) Parada, Lomo, Pozo (Copete, min. 46), Adri y Carreño.

GOLES: 1-0 (min. 7): Ernesto (penalti). 1-1 (min. 53): Nando Copete. 1-2 (min. 72): Germán. 1-3 (min. 87): Carreño.

ARBITRO: Moruno Gala. Mostró tarjetas amarillas a los locales Savu, Oca, Ernesto, Carballo; y a los visitantes Kiko, Chechu y Germán.

INCIDENCIAS: Nutrida afición pacense.

Un Badajoz adormecido en el primer acto dio la vuelta en el, hasta ahora, inexpugnable feudo arroyano de forma brillante hasta imponerse por 1-3. Durmieron los pupilos de Agustín Izquierdo a solamente dos puntos del Extremadura.

Las ruedas de prensa de los entrenadores suelen ser sitios vacíos, de pocas palabras o muchas, pero que vienen a decir lo mismo: casi nada. La objetividad se ausenta del mismo modo que lo hace la autocrítica. Ayer, en Arroyo, se habló de dos partes del partido, por separado, y con una sola coincidencia, que hubo reparto de rounds.

Y es que fue llamativo la forma en la que ambos conjuntos aparecieron y se dispersaron en ambos parciales. El primero cayó del lado local, con el poco bagaje de haber obtenido solo un gol, aunque pudieron hacer algunos más los de Adolfo Muñoz que, sin Aday y con Pino en la vanguardiam se dedicaron a empujar, a partir de la cabeza del corpulento delantero como premisa y, una vez ahí, crear ya en campo contrario. Y el plan salió.

El partido llegaba tenso, tras las declaraciones de sectores visitantes en las que se sostenía que Moruno Gala había sido colocado con el fin de desequilibrar la balanza en favor arroyano. Al final, fueron los locales los más disgustados con su actuación.

El gol del Arroyo llegó a las siete minutos. Ernesto recibía y era derribado por Chechu justo cuando iba a armar el tiro. Se pidió penalti y expulsión. Solo se concedió lo primero. La decisión no admitía dudas, fue un penalti colosal. Lo transformó Ernesto. Uno de los que más disfrutó en la primera media hora fue Pina. En su hábitat, la media punta, el menudo futbolista inquietaba y filtraba pases indescifrables para la medular y la defensa blanquinegro. Todo el Arroyo se gustaba. Pasada media hora el choque disminuyó en intensidad, se puso en 'modo ahorro' emplazando a los aficionados al descanso, como advirtiendo del desenfreno que llegaba. Si se busca un destacado en la desastrosa primera mitad pacense, solo puede sonar el nombre de Adri, que al menos entraba en la trinchera y se sacudía munición liviana con Oca, Hedrera y Asiel.

El Arroyo pudo convertir el segundo por mediación de Pino, pero su acrobático cabezazo salió fuera por poco. Justo antes del descanso llegaría la única ocasión visitante, desbaratada por Santi Polo bajo palos, repeliendo el cabezazo de Kiko.

Pobre de ese aficionado arroyano que se fuera a casa en el descanso. No se lo creería, aquel Badajoz desangelado, fallón y dulce alzó la voz. Entraron Copete y Edu Torres y se fueron a la caseta Pozo, secado por Santi Polo y Rober Gándara. Sería Copete el autor del tanto del empate.

EL CAMBIO Lo haría en posible fuera de juego, al menos así lo pidieron desde la defensa arlequinada. El caso es que su pierna derecha teledirigió el balón a la escuadra, dando alas a un conjunto que no cesó de crecer.

Convirtió el segundo el Badajoz a balón parado. Lo hizo Germán de tremendo testarazo. El Arroyo, espoleado por los goles, lo intentó sin éxito, y ahí se volvió bonito el encuentro para los pacenses. Carreño hizo el tercero tras soberbia pared. Duermen los de Agustín Izquierdo a dos puntos del Extremadura. El Arroyo se aleja de la meta.