Guardiola no pudo contener las lágrimas y cuando se puso a llorar mostró al mundo una de las imágenes más emotivas de la final. Su humildad le precede allá donde va y lo demostró tras el partido. No solo por su llanto, también con sus palabras. "Hemos hecho una cosa muy importante, pero sólo soy una persona extremadamente feliz y cansada", señaló. "Son cosas que pasan", se limitó a apuntar sobre sus lágrimas.

Cuando se le preguntó acerca de qué había más allá de este año 2009 repleto de títulos, Guardiola se limitó a decir que hay "trabajo", para que el Barcelona pueda tener más sueños.

Se congratuló de que el éxito llegase de "forma épica", aunque reconoció que temió la derrota, a la vez que ensalzó al rival, el Estudiantes de La Plata, del que dijo que fue "un noble" contrincante.

"Ha sido muy grande conseguir esto. Felicito a los jugadores, pero hoy les tengo que dar la gracias por estos siete meses. La gente se lo ha pasado muy bien y esto también es mérito de la institución, y de que somos diferentes, porque llevamos Unicef en la camiseta, y que en lugar de cobrar, pagamos", apuntó.