Valentino Rossi volvió a hacer magia y de la buena: de sexto el sábado a líder en la novena vuelta del gran premio. Jorge Lorenzo, el actual tricampeón, el pilotazo que pelea a cara de perro con el Doctor, se estrelló por la mañana y, en cuanto vio a la doctora Teresa Sola, quien mima su espalda, y le dijo «¡es ese mono, Jorge, tíralo y estrena otro!», se lo cambió y ¡zas!, casi gana. Bueno, ganó a Rossi, gloria bendita para el tiburón. A Dani Pedrosa, el cuarto magnífico resucitado en Misano, le traicionó el Michelin delantero. ¡Tenían que haberlo visto! Hecho trizas, con clapas.

Pero Marc Márquez no necesitó ayer magia, ni doctora que le aconsejase, ni neumático (por suerte) que le boicotease su plan perfecto: ganar en Aragón y viajar al triplete asiático convencido de que regresará a Europa como tricampeón.

Ya ha empatado con el as Mick Doohan (54 victorias), ya es quien más ha ganado este año (Argentina, Austin, Alemania y Aragón), ya huele a tricampeón. «Valentino estaba cogiendo demasiada moral. Cierto, eran pocos puntos los que me había restado, pero ese gota a gota podía animarle a pensar que ya me tenía», comentó Márquez con soltura. Dos puntos en Austria, cuatro en Brno, tres en Inglaterra, siete en Misano…«Había que parar, de golpe, y con un golpe, esa hemorragia. Era un goteo que se había producido desde que volvimos de vacaciones».

En diez vueltas, Márquez paró el goteó y, encima, Lorenzo acabó segundo, haciendo que a Vale ya no le sirvan ni las tiritas. Vuelve a estar herido. Los 69.714 espectadores que acudieron a Motorland eran del líder de Honda. Y, pronto, celebrarán una nueva corona, enorme, grandiosa, del joven de Cervera. «No tan pronto. ¿Japón?, no creo que sea en Japón. Si ganase allí el título, sería una lotería. Me gusta Phillip island. O Malasia, donde no he ganado título alguno».

«No pienso precipitarme porque lo importante es ganar el título, no dónde ni cuando», asegura Márquez. «No correré más de la cuenta. No hay que estar ansioso. No siempre se puede ganar como lo acaba de hacer Brad Binder, este joven piloto surafricano, al que felicito, porque ha sido campeón a cuatro carreras del final». Tiene razón. Y mucha. H