Y ahora llega Lewis Hamilton y lo cambia todo. Era solo un ensayo libre, pero el inglés impuso el ritmo de su McLaren en la fastuosa noche de Abu Dabi por delante de Sebastian Vettel, Fernando Alonso y Mark Webber. El asturiano no quiere ir tras el australiano (su gran rival en la lucha por el título) ni en los entrenamientos; le marca al hombre, convertido en el Gattuso de la Fórmula-1. Es su única fijación. Más que el tiempo del McLaren, resultan más reveladoras las palabras de Hamilton: "Hemos encontrado, por fin, la solución al alerón trasero que colocamos en Suzuka. Y ahora el coche va realmente fantástico".

Anda que si ahora llega Hamilton, gana la última carrera y le deja el título en bandeja a Alonso, sería la traca final para una temporada como no se recuerda en F-1. Porque si gana el inglés, a Alonso le serviría un quinto puesto para ser campeón. Y las posibles órdenes de equipo en Red Bull saltarían por los aires como confeti. El mismo alerón trasero que Hamilton dañó en los entrenamientos de Suzuka, la pieza gemela que un operario de McLaren embarcó en un Airbus con urgencia desde el aeropuerto de Heathrow aquella noche; esa evolución que ha traído de cabeza a McLaren desde que la estrenó en los libres de Singapur "por fin funciona perfectamente", revela Hamilton, feliz incluso pese a los problemas de salud que sufre. "El equipo ha dado, por fin, con la manera de hacerlo funcionar correctamente y el coche va fantástico".

OPCIONES DE HAMILTON Tal es así, que Hamilton logró el mejor tiempo del día a una vuelta, y en el tercer sector, justo el más virado de Abu Dabi, en teoría, el que más debía favorecer a los Red Bull. "Sé que, aunque pocas, tengo posibilidades aún de ser campeón y lucharé por ellas". ¿Aliado o enemigo? Alonso prefiere ni pensar en la idea de que Hamilton le allane el terreno para su tercera corona. "No es algo que nos preocupe en este momento. Yo necesito acabar primero o segundo para ser campeón. Y si acabo tercero o peor, no creo que Hamilton pueda ser la llave". Claro que, en el estado de tensión máxima y guerra fría entre pilotos y equipos, sus palabras pueden interpretarse de muchas maneras. Si Hamilton gana, fastidia a los dos monoplazas Red Bull, pero si se intercala entre los coches azules y Alonso, también puede ser definitivo en contra del bicampeón español.

WEBBER, IRONICO Alonso prefirió no dar mucho valor a los tiempos de los ensayos. "Hay que tener mucho cuidado, porque la pista mejora mucho a cada minuto. Cada vez que sales del box , mejoras los tiempos, y no siempre es por algo que has cambiado tú, sino porque la pista es cada vez más rápida". ¿Y Webber? El australiano sintetizó el día con su ironía habitual: "Hamilton ha hecho una gran vuelta, y Sebastian, Fernando y yo estamos muy igualados. Es lo que hay". Es una manera de quitarse los nervios de encima.