No hay tregua. Más aún, la guerra se recrudece. Lewis Hamilton reta abiertamente a Fernando Alonso con su primera pole en F-1. El español le cedió ese honor en el último intento. Había sido el más rápido en los dos primeros sectores en el último y definitivo intento, pero se pasó de frenada en la horquilla de L´Epingle, y ya no arriesgó en la chicane de entrada a meta. Los dos McLaren coparán hoy (19.00 horas, Tele-5) la primera línea del Gran Premio de Canadá. Eso quiere decir que se jugarán también el triunfo. Por detrás, el BMW de Nick Heidfeld se coló por delante de los dos Ferrari entre los que Kimi Raikkonen fue más rápido que Massa.

Esta vez Hamilton fue mejor que Alonso. Pero la crono, como se dice en F-1, es solo la primera vuelta de la carrera. Eso sí, es la segunda vez que el inglés parte por delante del español. Ya ocurrió en Bahrain pero, en aquella ocasión, el MP4/22 de Alonso no iba redondo. Esta vez, las armas del duelo seran coches iguales Hamilton le arrebató la pole a causa de un error del bicampeón. "Me fui largo en la curva 10, pisé la hierba y perdí la adherencia en el neumático, por eso no quise arriesgar en la chicane", resumió.

Alonso parte por detrás y apenas existen 100 metros entre la línea de meta y la primera curva. Pero, como en Mónaco, no habrá lucha entre los dos McLaren en el primer giro, órdenes expresas de Ron Dennis y acatadas por ambos. "El rival es Ferrari", dicen que les ha dicho Dennis. Ja. No habrá batalla en la primera curva, pero la habrá después. El triunfo se lo jugarán a 55 de las 70 vueltas, en los dos primeros relevos. Todo depende del ritmo de carrera de cada uno y en la estrategia. Este es un circuito que, "por la escasa adherencia de la pista, el bajo consumo por vuelta, la corta longitud de la calle de boxes y la posibilidad para adelantar permite una estrategia flexible, un margen de cuatro o seis vueltas para las dos paradas", explica Antonio Cuquerella, ingeniero de pista de Davidson en Super Aguri.

Como en Mónaco, Alonso esconde sus cartas a Hamilton, y para contraatacar, el inglés no cesa de espiar a su compañero. El orden tras la segunda parada definirá al ganador. "Puedo ganar, sí, pero si peleas con tu compañero al final de una carrera nunca lo haces tan duro como si fuera contra tus rivales. Si yo, en la vuelta 55 o 56, no soy primero no arriesgaré porque yo quiero el título no la victoria en esta carrera" dijo el asturiano.