Jackson Quiñónez puso una nota de esperanza en una jornada negra para el atletismo español, que fracasó sin paliativos en la final de 1.500, con Higuero y Gallardo al fondo de la lista y Casado séptimo, y perdió por el camino a Carlota Castrejana, Felipe Vivancos y Mercedes Chilla.

Casado fue el único de los tres ´mosqueteros´ españoles que mantuvo la compostura en la final de 1.500, ganada al esprint por el estadounidense Bernard Lagat en 3:34.77. El madrileño, aunque encerrado, se mantuvo hasta el final en la lucha por los puestos delanteros y acabó séptimo con 3:35.62. Gallardo fue duodécimo e Higuero quedó en decimotercera posición.

Jackson Quiñónez, por el contrario, superó con nota la primera criba de 110 m.vallas, en la que llegó a plantar cara, con 13.39, al plusmarquista mundial, el chino Liu Xiang, antes de que Felipe Vivancos se cayera por primera vez en su vida.

Por la calle siete, tres a la derecha de Xiang, Quiñónez partió lentísimo (221 milésimas) en la segunda serie pero rápidamente remontó y sólo se dejó batir por el campeón olímpico. "No vale la pena arriesgarte a una descalificación en primera ronda", dijo.

Carlota Castrejana, campeona de Europa de triple salto en pista cubierta, resultó eliminada por 4 centímetros en la calificación de los Mundiales y su compañera Patricia Sarrapio corrió la misma suerte aunque por más diferencia.

En jabalina, Mercedes Chilla quedó lejos de la final. Con malas sensaciones, la jerezana del Valencia se quedó en 53,54, a casi nueve metros de su marca de este año.