"Tengo una sensación agridulce por no haber culminado la remontada". Alex Alegría (Plasencia 14-10-92) reflexionaba así tras haber sido el gran protagonista, el pasado viernes, del Betis 2-Granada 2. El delantero extremeño había marcado los dos tantos del equipo sevillano, en lo que eran sus dos primeros goles en Primera. Un premio para el trabajo de un futbolista abnegado y currante, uno de los protagonistas de las últimas horas en la más glamourosa liga del mundo.

El, tímido fuera del terreno de juego, no lo es tanto dentro, y su descaro augura una carrera espectacular. De momento, ya ha llegado donde quería.

Desde que Juanma Barbero le hiciera debutar en Tercera División hace seis temporadas en un Díter Zafra-UP Plasencia contando con apenas 16 años (algo desde luego anormal), la carrera del fornido punta ha ido progresando hasta su actual techo, que desde luego no quedará ahí, sino que subirá más alto.

Formado en el San Miguel, después de la UPP firmó por el Cacereño de Antonio Martínez Doblas. El malogrado José Luis Montes le hizo debutar con 18 años en Segunda B con el Cacereño, dándole toda la confianza. Y Alex respondió con goles. Desde entonces, su mejora ha sido constante, ya desde el Betis B, el propio primer equipo bético hace un par de años en Segunda, con el que llegó a jugar, y su gran año en el Numancia (12 tantos), al que fue cedido.

Gustavo Poyet ha creído en él. El técnico del Betis descartó una nueva cesión en verano. Este año termina contrato, pero de sus expectativas en Primera ya no quedan dudas.