Once contra once. Da igual los problemas, las bajas, las rachas, las lamentaciones. El Cacereño vuelve al Príncipe Felipe casi con la obligación de puntuar ante la Cultural Leonesa (12.00 horas), un rival difícil, duro, acostumbrado a vivir en la zona noble de la clasificación, aunque irregular en las últimas jornadas. De eso sabe bien el CPC. Al borde del abismo, el duelo de hoy se presenta casi como un 'match ball'. Después de tres derrotas seguidas en casa, no hay más margen para el error. Aunque las alarmas están preparadas, aún no suenan. Pero un nuevo tropiezo en casa haría difícil silenciarlas. A las alarmas y a una afición cada jornada más enfadada por la situación límite del club.

El de hoy es el primer partido en casa después de las pintadas, aquellas que pedían la dimisión del técnico, Angel Marcos, y del máximo accionista, Antonio Martínez Doblas. Su proceder hoy durante el partido es una de las incógnitas. Aitor Bidaurrázaga, segundo entrenador del Cacereño, pidió el viernes el apoyo de todos. "Debemos estar preparados para cualquier recibimiento, puede que haya gente que grite, pero nosotros intentaremos que se vayan contentos", dijo.

BAJAS Se presenta el Cacereño al partido de hoy plagado de bajas y con la necesidad de recurrir a dos juveniles para completar la convocatoria. Alberto Beato y Javier Durán volverán a sentarse en el banquillo del Príncipe Felipe. Quienes no lo harán serán José Collado, que no llegará a tiempo tras viajar a Canarias por la muerte de un familiar, Gonzalo, que no ha podido superar los problemas que arrastra, y Antonio Amaro, que sigue lesionado. Tampoco estará Zubi, que deberá cumplir el partido de sanción por la roja que vio el 24 de enero en el partido ante el Somozas. El castigo debía cumplirlo el domingo pasado, pero los problemas federativos del CPC provocaron que su ficha estuviera dada de baja y el partido no contara. El problema ya está resulto, pero hoy el jugador de Aldea Moret solo podrá ayudar a sus compañeros desde la grada.

Sí están en la lista de convocados Palero y Valverde. Los dos han arrastrado problemas durante la semana, pero no puede el Cacereño permitirse el lujo de darle descanso a sus jugadores. Menos aún a Valverde, su jugador más desequilibrante en ataque.

CAMBIO DE ESTILO "Seremos once contra once", dijo Bidaurrázaga el viernes. "Puede que no sean los once que quisiéramos, pero al campo saldrán once y, si hacemos bien las cosas, los pondremos en dificultades". El duelo de hoy ante la Cultural Leonesa podría ser el del cambio de estilo del Cacereño. Vistos los problemas para puntuar en casa en las últimas semanas, Angel Marcos quiere apostar por un fútbol más directo, quizás con menos control del balón, pero más efectividad de cara a portería. "Quizás haya que saltarse un poco la zona de creación y buscar más profundidad", explicaba el preparador vasco.

Es una incógnita si podrá empezar a aplicar ese cambio de estilo desde ya vistos los problemas que arrastra. No hay un delantero puro por la baja de Collado, una pieza clave para fijar la defensa rival y abrir más huecos a otros jugadores como Valverde, que explota mejor sus cualidades entrando desde atrás.

Al igual que el Cacereño, la Cultural también tiene la necesidad de poner fin a su mala racha. "El equipo está dolido por la secuencia de derrotas y que no nos están saliendo las cosas en ciertos aspectos del juego. Hay que insistir en la confianza, porque este equipo lo ha demostrado y lo volverá a demostrar que tiene la capacidad de resolver los problemas", advirtió el técnico del equipo leonés, Juan Ferrando.