España, brillante campeona de la Eurocopa 2008, inicia en La Nueva Condomina ante Bosnia, rival al que no ha logrado vencer en sus dos últimos compromisos, su camino hacia un nuevo reto, el Mundial 2010, marcado por un grupo de jugadores ganador, con Vicente Del Bosque como capitán al mando.

La era Luis Aragonés concluyó con el mejor legado posible, la conquista de la Eurocopa. La etapa de Vicente Del Bosque arranca con objetivos aún más ambiciosos, el Mundial, una vez espantados fantasmas del pasado imponiendo un estilo para ganar un título del que presumirá durante cuatro años.

Tras un estreno esperanzador, 3-0 en Dinamarca, en un día marcado por la tragedia aérea de Madrid, Del Bosque ha comenzado a implantar un nuevo estilo en la selección. Fiel a su forma de ser, sin hacer ruido, comienza a dejar su sello en el cambio de hábitos y con píldoras en lo deportivo.

La última, la que cobra fuerza para su estreno oficial ante Bosnia, su apuesta por extremos con los jóvenes Diego Capel y Santi Cazorla en los costados. Desea abrir el campo ante la sospecha fundada de toparse con una defensa poblada, aunque para ello tenga que prescindir de un futbolista al que considera clave como Cesc Fábregas.

Desde ahora, España es el rival a batir en el viejo continente. Debe acostumbrarse a asumir el peso de sus partidos y a tener paciencia hasta tumbar al rival. Para ello, el nuevo seleccionador mantiene el toque por bandera.

No cuenta con su equipo ideal. Dos hombres vitales como David Silva y Fernando Torres se han quedado en el camino lesionados. Han abierto un abanico de posibilidades al seleccionador, que ha comprobado que Cesc no atraviesa su mejor momento, recién superada una lesión muscular que le cortó su ritmo de pretemporada.

De esta forma, del equipo que triunfó en la Eurocopa y que todo el país sabía de maravilla, entrarían como novedades Raúl Albiol, en lugar del también lesionado Carlos Marchena, Capel por Silva y Cazorla por Torres.

LA HORA DE BOJAN Se acerca el estreno de Bojan Krcic, la joven perla del fútbol español. A sus 18 años está a unas horas de debutar con la absoluta tras fulminar un debate con la tranquilidad de su seleccionador. Se siente español, como demuestra desde hace años en las categorías inferiores. Serbia nunca será su destino. La fecha de su estreno será recordada en un delantero llamado a marcar una época.

"Somos nuestro mayor enemigo, que el pasado nos refuerce pero no nos debilite". Palabras de Del Bosque en vísperas del estreno en un encuentro convertido ya en clásico en los caminos a los Mundiales, tras cruzarse antes del de Japón y Corea 2002, y el de Alemania 2006. Cuatro encuentros previos con un balance de dos triunfos para la roja y dos empates, a uno, en los últimos compromisos.

La actual Bosnia Herzegovina llega a la cita inmersa en problemas internos y con bajas de última hora que debilitan su bloque. El seleccionador, el veterano Miroslav Blazevic (73 años), ha perdido en vísperas del partido a dos de sus figuras claves, el lateral izquierdo Mirko Hrgovic y el defensa Sasa Papac.

El caso de Hrgovic es una consecuencia del odio entre clubs. Ha perdido su estado de forma como consecuencia de la presión de los ultras de su nuevo club, el Dinamo de Zagreb, que le odian por haber militado en su gran rival, el Hajduk de Split. La baja de Papac supone un golpe más duro para Blazevic, ya que el jugador del Glasgow Rangers se negó a acudir a la convocatoria, alegando que se había retirado del fútbol internacional. Una muestra más de los problemas internos del rival español.