No hay pasos adelante en el Cacereño. Al menos, que se conozcan públicamente. El problema del traslado de los partidos al Príncipe Felipe sigue sin resolverse mientras pasan las fechas. La premura de tiempo y la falta de soluciones a otras cuestiones colaterales han creado una indefinición evidente, aunque cada día que pasa hace pensar que el encuentro ante el Almería B del próximo día 20 se disputará en El Cuartillo.

El triunfo en el derbi ha servido de bálsamo, pero no ha ahuyentado dudas. El consejero delegado, Antonio Martínez Doblas, y su directiva están "trabajando en buscar soluciones". De las negociaciones con el Grupo Pebetero, que había hecho una oferta para sufragar la instalación del césped a cambio de la gestión de la Fundación Cacereño, nadie se pronuncia, nadie se decide a hablar abiertamente. "No hay novedad, no se ha decidido nada", dicen desde el Cacereño.

Esta semana tendría que ser la definitiva para, al menos, tomar un camino claro. No es solamente el césped. Ahora se trata de seguir haciendo números y de buscar soluciones a problemas que se suscitan como el pago de los gastos que genera el estadio. Previsiblemente Doblas tendrá que decidir esta semana una estrategia y, lo que es más evidente, cómo afrontar esos pagos, que según el Cacereño suman un extra en el presupuesto de aproximadamente 200.000 euros.

Mientras tanto, en lo estrictamente deportivo, Angel Marcos --que presenció el segundo tiempo en directo en El Cuartillo--, se recupera satisfactoriamente de su trombosis en un pie. En principio, volverá a trabajar con sus futbolistas mañana y él mismo no dudó en asegurar anoche a este diario que viajará el fin de semana a Melilla, donde el Cacereño jugará el domingo a partir de las 12.00 horas.

"El equipo estuvo bien. Vamos corrigiendo cosas y ya en el anterior ante La Hoya habíamos estado mejor, pese a que al final nos metieran los goles y perdiéramos el partido", declaró el técnico, sin duda feliz por el compromiso de sus jugadores en todo este tiempo.

Sobre el traslado al Príncipe Felipe dijo no saber nada concreto, aunque, como los directivos, se mostró muy pesimista y dio prácticamente por hecho que el próximo encuentro se disputará en El Cuartillo.