La Agencia Tributaria podría ampliar a los ejercicios 2010, 2011 y 2012 sus investigaciones sobre Leo Messi y remitirlas a la Fiscalía de Delitos Económicos de Barcelona en caso de detectar que también burló, presuntamente, la tributación por ingresos derivados de sus derechos de imagen gracias a sociedades instrumentales radicadas en paraísos fiscales. Por ahora, la querella contra la estrella del Barça se centra en sus declaraciones de IRPF del 2007, el 2008 y el 2009, sin perjuicio de que la acusación contra él pueda ampliarse a los años siguientes.

La fiscalía acusa a Messi y a su padre, Jorge Horacio Messi, de defraudar más de cuarto millones de euros. El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Gavà (Barcelona) aún no ha decidido admitir la querella a trámite y, por lo tanto, no ha citado a declarar como imputados ni al futbolista ni a su progenitor. Ambos niegan haber cometido infracción alguna.

Una vez concluya la campaña de la renta de este año, la Agencia Tributaria decidirá si amplía sus inspecciones a los ejercicios del 2010, el 2011 y el 2012 para comprobar si el delantero ha seguido, supuestamente, sin incluir en sus declaraciones los ingresos derivados de la cesión de sus derechos de imagen a terceros. Messi y su padre tienen todavía la oportunidad de regularizar el hipotético fraude de los años 2997, 2008 y 2009 mediante declaraciones complementarias, pero de no ser así, Hacienda remitirá el resultado de sus indagaciones a la fiscalía para que las incorpore a su investigación.

Si la querella es admitida a trámite, la instrucción seguirá su curso por la vía penal, sin que sea posible un archivo de la causa en el caso de que se acepte devolver el dinero defraudado. Si durante el proceso de instrucción los acusados se avienen a regularizar las cantidades supuestamente evadidas, podría alcanzarse un acuerdo con la fiscalía que evitaría la celebración del juicio, aunque ese pacto quedaría recogido en la correspondiente sentencia de conformidad.

Cambio de abogado

La Agencia Tributaria remitió a la fiscalía el resultado de sus inspecciones porque las cantidades presuntamente defraudadas superaban los 120.000 euros que la ley establece como mínimo para que una evasión fiscal sea considerada delito, lo que exige la actuación del ministerio público. El abogado Cristóbal Martell, uno de los penalistas más prestigiosos de Barcelona, será el encargado de defender ante los tribunales al delantero, al que hasta ahora representaba el bufete Juárez Veciana.

La fiscalía cree que la iniciativa de defraudar al fisco partió del padre y representante del jugador, como lo demuestra el hecho de que en el 2005, cuando Messi todavía era menor de edad, encargó la creación de una primera sociedad instrumental con el supuesto propósito de evadir impuestos. En las causas por fraude fiscal, no es extraño que uno de los imputados asuma que fue él quien ideó las maniobras defraudatorias y exculpe al resto de contribuyentes. De esa forma, el futbolista estrella del Barça podría ver archivada la causa penal si su padre acepta la única responsabilidad.