Ismael Díaz, entrenador y director deportivo del Cacereño, declaró ayer que la nueva plantilla que se está confeccionando "estará más compensada en sus líneas y tendrá un punto más de calidad" que la de la pasada temporada.

"Con nombres no hacemos el equipo. Hay que echar buen cemento para hacer los ladrillos", dijo metafóricamente Díaz para hablar de su proyecto, aunque advirtió que sus buenos augurios tienen todavía que confirmarse con el trabajo y los resultados la próxima temporada. "Habrá que ver cuál es el rendimiento", añadió el técnico desde la ciudad de Málaga, su residencia habitual en los últimos años hasta la próxima semana, que cambiará por la capital cacereña en pocos días, ya que ultima su traslado.

A Ismael Díaz le restan aún tres piezas para su puzzle . Una será el central Sebas si se confirma que es admitido en Ciencias del Deporte. En las otras dos posiciones se trata de un centrocampista organizador que cubra la baja de Cantos y un extremo izquierda para suplir a Juanma Cruz.

Uno de ellos será un extremeño y podría jugar en un equipo que disputa la liguilla de ascenso. En este sentido, el Cacereño podría haber llegado a un acuerdo con el placentino Cobos, uno de los referentes del Don Benito.

EL LUNES, AL COMPLETO

El Cacereño completará el próximo lunes, cuando presente a dos futbolistas, una plantilla con 22 jugadores, con opción a 23 con un portero sub-25. La pretemporada se hará en Ribadesella (Asturias) a partir del día 20 de julio, dos días después de iniciar la pretemporada.

En principio, hombres como Maxi o Sema, que se están recuperando de lesiones graves, no tendrán ficha con el primer equipo hasta diciembre. Sí la tendrán Bernal, Jorge Ortiz o Luisma e incluso el también defensa canterano Jordi, recuperado del Coria, sobre el cual se decidirá si es nuevamente cedido.

"Los nombres no hacen un equipo", incidió Ismael Díaz, quien insistió en que su equipo aspirará a todo la próxima temporada.