ITALIA: Buffon, Zaccardo, De Michelle, Nesta, Cannavaro, De Rossi, Perrota, Pirlo, Toni (min. 82, Del Piero), Totti (Camoranessi, min.55), Gilardino (Iaquinta, min.63).

GHANA: Kingston, Kuffour, Pappoe (Illiasu, min. 46), Pantsil, Mensah (min. 88, Ghia), Eric Addo, Essien, Gyan, Appiah, Assamoah (Pimpong, min.66), Muntari.

GOLES: 1-0-Min. 40: Pirlo. 2-0-Min. 82: Iaquinta.

ARBITRO: Carlos Eugenio Simón (Brasil). Tarjeta amarilla a Camoranessi y Iaquinta.

INCIDENCIAS: Mucho ambiente en el estadio de Hannover.

Ghana se quedó sin puntuar en el debut. Tenía a Italia delante, que se benefició de la ayuda de los propios africanos, que colaboraron en el segundo gol, y del árbitro, que escamoteó dos penaltis flagrantes a Ghana.

Italia se dejaba dominar, pero estaba claro que en cualquier momento podía hacer saltar la dinamita que sin duda tiene delante, pese a que Totti no esté en su mejor momento. Tras un par de buenas oportunidades, incluido un tiro al poste del batallador Toni, encontró el gol gracias a un lanzamiento impresionante de Pirlo, que superó a la defensa y al portero ganés. Era casi el final del primer acto e Italia ya estaba como le gusta colocarse en un partido oficial.

Se saldaba así un primer tiempo con alternativas, pero con la clásica mayor pegada de los europeos. Los africanos, amparados en la fuerza de Essien y la movilidad de Asamoah, confiaban precisamente en esa frescura física para intentar sorprender a los férreos italianos.

Gillardino estuvo a punto de culminar una contra a los cinco minutos de la reanudación.

Ghana puso todo el empuje y se vio perjudicado tras un penalti no señalado cometido por De Rossi. Cinco minutos después, la misma historia: delantero ganés al suelo, claramente derribado, y el árbitro que se desentiende. A renglón seguido, fallo de los africanos en defensa y Iaquinta que sentencia. Ahí estaba Italia.