El Villanovense buscará hoy la victoria ante el Tenerife B en el debut en casa del técnico Jaime Molina. El partido, que se disputará en el Romero Cuerda a las 12.00 horas, enfrentará a dos rivales directos por la permanencia. Los tres puntos en juego pueden significar que los extremeños conserven aún sus opciones de mantener la categoría o, por el contrario, poner un pie más cerca del descenso a Tercera División.

Los tinerfeños ocupan el puesto de promoción por la permanencia con 28 puntos, 5 más que los serones, que siguen siendo farolillo rojo . De quedarse la victoria en casa romperían una racha de once partidos sin ganar y las opciones verdiblancas aumentarían, puesto que recortaría distancias de forma considerable, sobre todo teniendo en cuenta que en esta jornada hay más enfrentamientos directos cuyos resultados pueden beneficiarlos enormemente.

TODOS DISPONIBLES El Villanovense llega al encuentro con toda la artillería a punto, lo que Jaime Molina califica como "bendito problema": no hay bajas ni sanciones. "Es lo que todo entrenador desea; cuando hay bajas, hasta los entrenamientos se relajan". Afirma que el equipo está muy bien moralmente y "deseando que llegue el partido".

Jaime Molina es consciente de la necesidad de vencer y "hacer bueno el punto logrado ante el Sporting de Gijón el pasado domingo, porque será un pequeño paso para lograr lo que muchos llaman ´el milagro de la permanencia´". A este respecto, el técnico del Villanovense cree que este año serán necesarios menos puntos para salvar la categoría, "en parte por la cantidad de enfrentamientos directos que hay". Quiere aprovechar "la inercia positiva del equipo" para lograr un resultado positivo para los intereses del Villanovense, aunque sabe que será un partido muy difícil ante un equipo "con muy buenas individuales" y en un "campo muy malo y pesado que va a deslucir el juego del Villanovense". El estado del terreno de juego del Romero Cuerda será, sin duda, uno de los mayores problemas; el temporal de intensas lluvias durante las dos últimas semanas lo ha dejado muy blando, tanto que no han podido entrar a cortarlo, por lo que además se encontrarán con un césped muy alto que ralentizará la velocidad del balón y que conforme pasen los minutos de partido se convertirá en un lodazal.