El entrenador del Mérida, Jaime Molina, analiza a su equipo y explica sus sensaciones en su debut en el banquillo.

--¿Cómo se siente en su primera experiencia como técnico?--Muy contento porque la ilusión la tengo intacta desde que Fouto me ofreció el equipo, y esa ilusión es la que quiero demostrar todos los días a los jugadores y a la afición. Quiero seguir haciéndolo durante mucho tiempo.

--Y alguien que ha sido futbolista profesional, llegando a jugar en Primera ¿qué tiene que aprender?--Todos los días se aprende algo. Se ve el vestuario desde un punto de vista diferente. Antes lo veía con el egoísmo del jugador que quiere jugar, ahora tengo que ver la globalidad del grupo y tomar decisiones es bastante duro, a veces son injustas y lo sabes. También tengo que aprender a transmitir lo que uno quiere en el terreno de juego, la seña de identidad no se debe perder.

--Novenos a dos puntos del cuarto. ¿Es positivo?--Sí. Estamos a dos puntos de la liguilla, que es a lo que aspiramos, y nunca nos hemos descolgado. Siempre miramos hacia arriba. Hay que cambiar el número de goles encajados, aunque la mayoría de los equipos de esta categoría llevan un número parecido, y aprovechar más los que metemos.

--¿Y el juego? ¿Cómo lo ve?--A mí lo que más me gusta del juego del equipo es que a pesar de cómo se esté desarrollando el encuentro, siempre intenta superar al rival jugando al fútbol. En momentos la calidad sale a relucir. Además tenemos muchos recursos para crear peligro, aunque a veces no los aprovechemos. Lo que nos falta es algo de continuidad, de creernos el buen equipo que somos y cuando apriete el rival, solventar esos momentos con tranquilidad y personalidad. Pequeños detalles puntuales nos cuestan puntos. Hay que estar más concentrados en las jugadas de estrategia.

--¿Cómo se siente más cómodo el equipo, esperando al rival o con el dominio de la pelota?--Hemos demostrado que nos gusta tener el balón, pero hay momentos en que el contrario aprieta, podemos perder el dominio del balón, pero no de la situación, para así poder salir a la contra. Esto entra dentro de la personalidad que tiene que tener el equipo para adaptarse.

--Parece que al Mérida se le dan mejor los de arriba que los de abajo...--No es cuestión de donde están en la tabla, sino del estilo de juego que ellos tienen. Con equipos que se repliegan mucho atrás sin dejar espacios nos cuesta mucho más. A mí no me preocupa que no tengamos fluidez mientras que aparezca la entrega y la lucha.