Es el actual subcampeón de España de la categoría Master 35 y uno de los pilotos más importantes de la historia del motocross extremeño, pero Jonathan Márquez no puede entrenar con unas mínimas condiciones en su ciudad natal, Badajoz. Este lunes incluso fue desalojado de la improvisada zona en la que lo suele hacer, situada en Sancha Brava, por tres patrullas de la Guardia Civil que acudieron al lugar.

«Me preguntaron que qué estaba haciendo, como si fuese un delincuente», comenta Márquez, que agrega: «casi tuve que dar las gracias por no ser denunciado».

Al menos una vez por semana tiene que desplazarse al circuito de Las Arenas, en Malpartida de Cáceres, para poder entrenar con normalidad. Y que es su reivindicación principal, más allá de su situación personal, es que una ciudad del volumen de Badajoz pudiese tener un trazado para que se pudiese desarrollar el motocross con garantías «o simplemente montar tranquilos».

También dirige una escuela de motocross para unos 30 jóvenes pilotos que quieren llegar lejos. «Hay muchos chicos que tienen calidad», asegura.