Esta vez suena más duro que en años anteriores. Juan Bermejo, el empresario que llevó de Regional a Segunda B al Arroyo, dijo cerrar ayer con su "dimisión irrevocable" su etapa de ocho años al frente de la entidad.

El futuro del club en Tercera pende ahora de un hilo. Sin su benefactor --este año ha puesto de su bolsillo 160.000 euros, en el conjunto de los últimos un millón y medio-- la entidad se enfrenta ahora a un periodo de 15 días para presentar candidaturas a la presidencia. Bermejo, que terminó dejando la mesa antes del término de la asamblea en el Corral de Comedias arroyano, alegó varias razones para su marcha, cansado, vino a decir, del trato que está recibiendo del ayuntamiento, con su alcaldesa, Isabel Molano, a la cabeza, y de su larga etapa en la entidad.

En apenas media hora, el empresario recordó que él mismo ha atendido gastos como toda la cantera, con todo lo que ello supone, y que ya no estaba dispuesto a hacer más esfuerzos.

En este tiempo, se hará cargo del club una junta gestora, con Pablo Talavera como tesorero, José Antonio Bermejo como secretario y Raúl Bonilla como responsable de las categorías inferiores. En principio, se intentará convencer al dimitido presidente para que continúe, pero ayer las previsiones de la mayoría eran totalmente pesimistas.