La polémica está servida en Brasil y a los jugadores de la Roja se les ha acabado la paciencia. Durante los últimos días la prensa del país sudamericano se ha lanzado en masa a una campaña difamatoria que tiene como objetivo a los miembros del conjunto español. Bajo el título "Noche de furia", un reportaje publicado por la web globoesporte.com , una de las mayores del país, abría la polémica. El reportaje, cargado de amarillismo y suposiciones, acusaba a varios jugadores del equipo de Vicente del Bosque de haber montado una "pequeña fiesta" en el Hotel Golden Tulip de Recife tras su exitoso debut contra Uruguay por 2-1. Alcohol, mujeres, strip-poker y música pagode , un popular estilo de música del noreste de Brasil y que habría sido interpretada por una pequeña orquesta de músicos contratada para la ocasión, serían los elementos de la pretendida orgía de la Roja .

NOCHE EN COMPAÑIA Según el texto, la noche habría acabado con varios de los jugadores entrando a las habitaciones del lujoso hotel en compañia de estas mujeres, suceso que habría sido registrado por las cámaras de seguridad. A la mañana siguiente, la Federación Española de Fútbol denunció varios robos en las habitaciones de los jugadores. Por si fuera poco, la prensa brasileña volvió a arremeter ayer contra los jugadores españoles. En el Diario del Nordeste , se decía que tras la victoria ante Nigeria en Fortaleza (3-0), algunos futbolistas habrían salido de fiesta por la zona noble de la ciudad regresando incluso a altas horas de la madrugada acompañados de varias mujeres.

En el artículo se describe cómo los deportistas intentaron introducir a las mujeres en el interior del hotel de concentración, el Luzeiros, pero fueron interceptados por el personal del local, que no permitió la entrada de las visitas.

"Enfadados por la actitud de los trabajadores del hotel, algunos jugadores reaccionaron lanzando pastillas de jabón y mandos de control remoto de sus televisores por las ventanas del recinto", afirmaba abiertamente el diario local.

INDIGNACION EN EL EQUIPO Gerard Piqué, uno de los seis señalados como víctima de los robos, ha sido de los primeros en desmentir rotundamente las acusaciones al afirmar en la Cadena COPE: "La federación ha tomado cartas en el asunto. Todo es mentira. Es muy duro complicarle la vida a los demás. Es una experiencia muy desagradable e inoportuna. Se solucionará. La verdad siempre sale a la luz", dijo el jugador del Barcelona.

Sergio Ramos, central del Real Madrid, ha pedido a la federación, que ya ha condenado los artículos, y a la FIFA que tomen cartas en el asunto. "Está todo en manos de la policía. Nosotros dormimos tranquilos, pero esta mentira puede afectar a la vida personal de muchos en España. Es una afrenta para nuestras mujeres e hijos", aseguró ayer Ramos, que agregó: "Esperamos que no crean a un mentiroso que se quiere promocionar a costa de la Roja ".

Los medios brasileños se frotan las manos con el posible efecto desestabilizador que este embrollo puede causar en la selección, favorita para llevarse la Copa Confederaciones.