Ronald Koeman dejó ayer el látigo y cogió el bisturí. Y empezó a cortar por lo sano, sin manías y sin anestesia, pero con mucha precisión. El técnico holandés, que no ha logrado enderezar el rumbo del equipo en el mes y medio que lleva en el banquillo de Mestalla, se cargó en una mañana a dos buques insignia del Valencia, a dos capitanes, a dos vacas sagradas como Cañizares y Albelda, empezando a poner nombres y apellidos a la crisis de juego y resultados que sufre el equipo. "Son decisiones fuertes, pero hay que tomarlas por el bien del equipo", explicó Koeman.

El exjugador del Barça tuvo una mañana movida en la ciudad deportiva del club. Tras el entrenamiento, habló por separado con los dos afectados. Primero, con Cañizares, quien precisamente ayer cumplía 38 años. Luego, con Albelda. Les informó de que quedaban fuera de la convocatoria para los dos próximos partidos: el de Copa del Rey de hoy en Irún y el del próximo domingo en Zaragoza de Liga.

"La decisión es, en un principio, para estos dos partidos, pero, claro, también es algo importante. No puedo hablar del futuro porque es algo que depende del club", añadió.

En el club, sin embargo, son conscientes de que su decisión no será transitoria, algo que también sabe el presidente, Juan Soler, quien ha dado todo su apoyo al entrenador para que tome las medidas necesarias. "Soy una persona abierta y hablo con el presidente, pero las decisiones las tomo yo", sentenció.

"RAZONES TECNICAS" Koeman, que se lleva a cinco jugadores del filial para completar la convocatoria de los dos próximos encuentros, justificó el descarte de ambos capitanes "por razones técnicas", aunque el técnico está muy molesto con los pesos pesados de la plantilla por su "falta de actitud" para salir de la crisis. El partido ante el Barça, el pasado sábado, en el que el equipo dio una imagen de impotencia y "falta de agresividad", fue el detonante para que el técnico se decidiera a tomar medidas drásticas.

Koeman, que tiene la promesa del presidente de que en el mercado de invierno llegarán tres o cuatro fichajes, dijo que no cree que los males del equipo sean por el cambio de sistema de juego (del 4-4-2 de Quique Sánchez al 4-3-3). "No veo tanta diferencia. Es más un problema de actitud, de estar más juntos. Eso es lo que tenemos que mejorar". Y para ello se ha cargado a dos hombres de un gran peso específico. Cañizares, sin embargo, hace tiempo que está cuestionado. Incluso Quique Sánchez le sentó en el banquillo en varios partidos y Koeman no le ha perdonado el error en Santander que le costó la derrota al equipo. Ahora, con Hildebrand lesionado, recurrirá a Mora, de 34 años.

Albelda, en cambio, era hasta ahora un titular indiscutible. También en la selección española. Y con la Eurocopa en el horizonte, el panorama para el capitán ha dado un vuelco inesperado. Tanto que hasta nadie descarta que se pueda marchar en diciembre para asegurarse jugar minutos y no perderse la cita de Austria y Suiza.

Koeman ha dado un toque de atención, sobre todo a los veteranos, de los que espera una reacción. Puede haber más descartes. Mientras, se aferra a los jugadores del filial. "Veo mejor a los más jóvenes para cambiar las cosas". El ya ha empezado.