ESPAÑA: Valdés; Arbeloa, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Cazorla (Pedro, m.46), Iniesta; Silva, Villa (Negredo, m.65) y Cesc (Mata, m.76).

FINLANDIA: Mäenpää; Raitala, Moisander, Toivio, Arkivuo; Tainio (Sparj, m.69), Roman Eremenko, Ring; Hetemaj, Pukki (Halsti, m.93) y Hämäläinen.

GOLES: 1-0, m.49: Sergio Ramos. 1-1, m.79: Pukki.

ARBITRO: Ovidiu Alin Hategan (RUM). Amonestó a Silva (89) por España, y a Mäenpää (85) y Moisander (89) por Finlandia.

La selección española se estrelló contra un muro que plantó Finlandia en El Molinón, que derrumbó por minutos con un testarazo del centenario Sergio Ramos antes de caer en un ejercicio de relajación, que acabó con el gol de Pukki en la única llegada y que deja a la 'Roja' con la obligación de ganar en París.

Retomó el camino España al Mundial 2014, el pulso a la competición oficial, con un recuerdo en la retina por borrar que agravó pagando cara su relajación. Del exceso de confianza se llega a una situación límite para un equipo que lleva cuatro años dominando el mundo. Del fallo en el minuto 94 del Vicente Calderón a una noche negra en Gijón. Se jugará el pase directo a Brasil en Saint Dennis. La repesca aparece en el horizonte.

Volvió a comprobar que da igual la filosofía del rival, que cuando se planta ante España renuncian al balón. El partido se convierte en un monólogo de la 'Roja'. Ejercicios de paciencia que aumentan el nerviosismo si no se encuentra el camino al gol. Del concepto atrevido que tenía Del Bosque de Finlandia a la hora de la verdad, el conjunto nórdico renunció a todo y se encerró literalmente en su terreno. Cerrojazo en toda regla.

España afrontaba una inesperada final con la obligación de ganar sin sus 'cerebros' Xavi Hernández y Xabi Alonso. Iniesta asumió el mando. Buscó espacios y huecos imposibles por donde colar pases. España necesitaba más de Cazorla en la construcción. Precisaba de su ritmo para llegar con continuidad al área rival. Tanto como el desdoblamiento de los laterales. Un acercamiento de Villa y dos disparos lejanos de Cesc e Iniesta fueron los primeros mensajes.

Villa vivió un emocionante regreso a casa. Dispuesto a devolver todo sobre el césped de su querido Molinón. La maraña defensiva finlandesa le impidió brillar. España añoró su pegada.

ADORMECIMIENTO Apretaba tanto al rival los españoles que su defensa se plantaba en tres cuartas partes del campo. Por momentos los diez jugadores de campo finlandeses se metieron en su área. El partido se disputaba en veinte metros. Había que chutar desde fuera del área. Cazorla se sumó a los intentos. Con efecto. Con el exterior del pie. Mäenpää respondió con la mejor parada (min. 22).

Silva se aburría en banda y se liberó hacia el centro. Cayó a la derecha Cazorla. Ramos avisó con su primer testarazo, Iniesta lo volvía a intentar pero el partido tenía el mismo guión que el de Georgia. Toda Finlandia por detrás del balón. Ni contraataques podía montar por la cantidad de metros hasta Valdés.

La posesión de España llegaba a un aplastante 87 por ciento pero las ocasiones claras no aparecían. Del Bosque meditaba dar entrada al 'plan B' en el segundo acto. Ya había metido a Pedro y tenía calentando a Navas y Negredo cuando apareció el centenario Ramos para celebrar sus cien partidos con un testarazo que derribó el muro.

MURO ROTO Acababa de nacer el segundo acto, cuando en el 49 el defensa andaluz, remató colocado el saque de esquina de Silva. Ni el gol cambió el panorama. Finlandia mantuvo su 4-5-1 y España sintió que el trabajo estaba finalizado. Buscó goles sin la fe suficiente.

Estaba en todas Ramos, que con un derechazo ajustado rozó el segundo. Había llegado el cambio de dibujo. La entrada de un '9' nato como Negredo, pero a España le faltó velocidad. Se sintió superior y dejó de correr. Cometió un grave error.

Se enfadaba Del Bosque por la falta de intensidad y el castigo no tardó en llegar. En una acción aislada, a once del final, un despiste defensivo permitió un centro desde el costado izquierdo y a Pukki rematar a placer. El primer tiro a puerta de Finlandia fue gol. El Molinón se apagó.

Para colmo de males se lesionó Jordi Alba con los tres cambios hechos. Un cabezazo de Piqué, un disparo desviado de Ramos, un remate en plancha de Negredo y un zurdazo de Mata fueron los últimos intentos a la desesperada. En minutos quisieron hacer, sin éxito, lo que desperdiciaron todo el partido.