No debe resultar fácil para un chico de dieciséis años hacer las maletas y marcharse a Francia para buscarse la vida en el fútbol, pero Rubén Alegre Guerra (Cáceres, 29 de junio del 90) quiere ser futbolista y no ha mirado atrás antes de tomar la decisión de ir a probar fortuna al Mónaco, a cuyos responsables deportivos ha convencido para militar en su equipo filial, que compite en la CFA-1, una categoría similar a la Segunda B española.

No podrá ser esta temporada, porque una normativa lo impide por razones de edad, pero sí podrá jugar en el equipo del principado la próxima campaña.

Juega como lateral izquierdo y sus cualidades físicas y técnicas no han pasado inadvertidas para los ojeadores de distintos equipo, pues maneja diversas ofertas de clubes de Tercera División o División de Honor juvenil, pues no hay que olvidar que afronta su primer año en edad juvenil. Está pendiente de realizar una prueba con otro club francés decampanillas , aunque también debería aguardar hasta la próxima temporada para poder jugar en Francia.

Tras seis temporadas en el Cacereño, la última fue campeón regional cadete tras ganar al Badajoz en una épica final (3-3 y título por penaltis para el equipo verde), afronta la cruz de abandonar a su equipo de siempre por la política deportiva de la entidad cacereña. Este verano tuvo problemas para probar con el Valladolid por intromisiones del Cacereño. Ahora entrena con el Amanecer y deshoja la margarita de su prometedor futuro.