El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, dijo ayer que la Federación Española de Fútbol (RFEF) "no puede ser una sucursal de la FIFA" y que el Consejo Superior de Deportes (CSD) "no va a permitir que nadie se salga del ordenamiento jurídico español".

Lissavetzky indicó que el CSD está a la espera de recibir oficialmente la notificación de los acuerdos adoptados en la Asamblea "para ver si están ajustados a derecho", aunque la aprobación ayer del cambio de estatutos puede suponer "un incumplimiento flagrante de la ley y el Consejo no puede aceptarlo".

"Seas fútbol o bolos no puede haber una ley aplicable a unas federaciones. Nuestro límite es la legislación española, el estado de derecho y la soberanía de España. Puedes ser miembro de la FIFA pero tienes competencias delegadas como representar a España con la roja y eso es un monopolio", señaló.

El secretario de Estado aclaró que en los últimos meses y mediante contactos con la RFEF ha intentado no llegar a la situación actual y ha trabajado para demostrar que la orden ministerial que regula las elecciones es compatible con el Código Electoral Modelo de la FIFA. El secretario de Estado prefirió no hablar de una posible inhabilitación del presidente Villar.